A lo largo de sus más de 20 años de andadura, el escenario de Hell Dorado ha hecho no pocos amigos entre músicos de muy diferentes procedencias. A veces cuesta más tiempo reencontrarse. Otras no tanto, aunque la pandemia ha cambiado muchos planes y todas las agendas. En esa nómina de compañeros inseparables para el particular infierno de la calle Venta de la Estrella está, sin duda, Barrence Whitfield, uno de esos nombres imprescindibles de la escena que en cada directo se deja, y es literal, toda la energía que lleva dentro. Hoy toca volver a demostrarlo.

A finales de julio del año pasado, él fue la guinda del pastel a la temporada en la que Hell Dorado, a pesar de hacerlo con retraso por el covid, celebró su vigésimo aniversario. Whitfield es siempre una garantía de calidad, entrega y disfrute. Así que con él se vivirá una noche que abrirán las componentes de la también banda norteamericana Black Widows.

Como es habitual, el espacio de Venta de la Estrella abrirá sus puertas a las 21.30 horas, quedando todavía algunas entradas disponibles. A partir de ahí, las primeras en hacer acto de presencia serán Corinne (guitarra), Pamela (bajo), y Kim (batería). El trío llega por primera vez a la capital alavesa para desplegar su propuesta de garage, surf y punk.

La banda empezó en marzo en Chicago una gira que tras discurrir por Estados Unidos empieza en Vitoria su camino a este lado del Atlántico, antes de regresar a casa, donde les esperan no pocas fechas veraniegas. Serán oportunidades de escuchar trabajos como el EP Kandi Korn, publicado en 2021, aunque su referencia más reciente es el tema Love Witch #1, lanzado el año pasado.

Tras la de Minneapolis, será el turno de Barrence Whitfield & The Savages. El cantante de Jacksonville y sus compañeros de viaje empezaron en la víspera de San Prudencio un tour por Europa que arrancó en Holanda, dando paso a camino que ha transcurrido ya por Alemania, Bélgica, Inglaterra y Francia. El pasado día 17 arrancaron en Barcelona la parte final del recorrido de esta gira a este lado del Atlántico, siendo Gasteiz la penúltima parada de esta particular senda musical.

Rock, soul, R&B... no hay ni límites ni etiquetas para Whitfield, que a pesar de que va cumpliendo años, no conoce la palabra descanso. Es todo un torbellino sobre las tablas, como bien sabe el público.