A finales del pasado mes de marzo, después de más de dos décadas, se colocó en Ponferrada, más en concreto en una rotonda, un pequeño recuerdo a modo de agradecimiento a Nevenka Fernández. Fue el intento de pedir perdón tras tanto tiempo de silencios, insinuaciones, gritos y ataques contra una mujer cuyo grave delito fue denunciar el acoso sexual al que era sometida por Ismael Álvarez, alcalde de Ponferrada del Partido Popular, cuando ella era concejal de la misma formación. Ella ganó la batalla judicial pero perdió el juicio social, como recuerda la directora y dramaturga María Goiricelaya. Tanto que tuvo que exiliarse mientras el culpable incluso volvió a ser elegido como edil años después.

“Quiero pensar que hoy la sociedad no reaccionaría de la misma manera”, desea la creadora vizcaína, aunque ella misma reitera que “hoy sigue habiendo muchas mujeres que no denuncian el acoso sexual en el ámbito laboral”, una situación que ella refleja en Nevenka, obra de teatro que hoy llega a la capital alavesa. En concreto, el encuentro con el público se va a producir a las 19.30 horas en el Jesús Ibáñez de Matauco (centro cívico Hegoalde), quedando todavía entradas disponibles.

Hace unos tres meses que se estrenó esta producción de Histrión Teatro protagonizada por Gema Matarranz, que es quien se pone en la piel de Nebenka Fernández. Junto a ella Alex Furundarena y Marta Megías se multiplican para dar vida a los diferentes personajes que Goiricelaya hace subir a las tablas.

“Sigue habiendo mucho miedo, pero es indudable que lo que ella pasó fue otra cosa”. Solo hace falta recordar sus imágenes entrando a los juzgados “mientras muchas mujeres gritaban contra ella y muy pocas acudían a manifestarse en su defensa”. Es ese componente social el que interesa de manera especial a la creadora, que dedicó siete meses a recopilar información –también gracias al libro escrito en su día por Juan José Millás y a la miniserie documental lanzada por Netflix hace un par de años–, antes de afrontar la escritura del texto.

No es la primera vez que Goiricelaya lleva al teatro un caso real. Pasó, por ejemplo, con Altsasu, que también se pudo ver en Vitoria a pesar de las críticas del Partido Popular. “Estoy trabajando con algunos proyectos parecidos, igual no tan conocidos como estos, eso sí”, apunta la reciente premio Max 2023 a la mejor adaptación o versión teatral por Yerma.

De hecho, desde hace ya tiempo, la palabra éxito y su trayectoria van de la mano. Parece que todo lo que toca Goiricelaya triunfa y consigue premios. Con todo, “reivindico el derecho a errar. Las artistas crecemos fallando”. No por nada, junto a Ane Pikaza, llamó a su compañía La Dramática Errante.