La explanada que surgirá sobre la nueva estación del TAV y que supondrá un nuevo acceso a Tabakalera estará presidida por un mosaico de cerámica entre doce y quince metros cuadrados en el que destacarán los colores que, para la artista Esther Ferrer, mejor representan su ciudad natal: el azul y el verde. A estos se sumará el gris, en representación de los números primos –una constante en el trabajo de la artista y performer–, y también el dorado, un homenaje a Sophie Germain, matemática francesa del siglo XVIII. Así lo dio a conocer ayer la propia artista, en una rueda de prensa que tuvo lugar en el Prisma del Centro Internacional de Cultura Contemporánea de Donostia, en la que estuvo acompañada por la directora de Tabakalera, Edurne Ormazabal, y por el alcalde de la capital, Eneko Goia, que fueron los que propusieron a la artista que idease una obra para ser instalada en este espacio.

Se trata de la segunda instalación permanente que diseña Ferrer. La anterior se sitúa en el parque del Prado de Vitoria, aunque debido a su deterioro próximamente se trasladará al Artium. Al igual que aquella, la que se prevé para el entorno de Tabakalera, pertenece a la serie El poema de los números primos; un elemento, el de los números primos, que la artista donostiarra residente en París lleva trabajando desde la década de los 70 a través de diferentes estructuras espaciales planas. De hecho, otras obras de esta serie estuvieron expuestas en la retrospectiva realizada sobre la artista en Tabakalera en abril de 2019 y que se tituló Esther Ferrer. 2, 3, 5, 7... 

En este caso, la instalación esta pensada para “ser pisada”. Es ese el motivo por el cual el acabado no será liso, tal y como en un inicio pensó la autora, sino que se apostará por una cerámica rugosa a la que se le aplicarán diferentes tratamientos para evitar los poco deseados resbalones, en una ciudad con un clima tan hostil como el de Donostia. Se prevé que los trabajos de la plaza elevada transitable sobre la estación del TAV y que conectará con el interior de Tabakalera finalicen a lo largo del 2024.

el mar “Podría titular esta obra como El paseo nuevo, pero no lo haré”, rió Ferrer en su encuentro con la prensa. Al ser una obra pensada ex profeso para Donostia, la artista ha querido teñirla con los colores que le sugiere su ciudad: el azul y el verde. 

De esta manera comentó que estos colores le recuerdan a “las olas del mar picado y al cielo”, a las vistas desde el Paseo Nuevo en un día de mareas vivas. Sobre el hecho de que se trate de una instalación pensada para perdurar, y visto lo ocurrido con el antecedente de su obra vitoriana, Ferrer bromeó diciendo que la obra pensada para Tabakalera “algún día, al igual que los dinosaurios, también desaparecerá; y no pasa nada, hará sitio a otra cosa”.

Por su parte, Eneko Goia expuso que la elección de Esther Ferrer para esta instalación que marcará “el perfil de la nueva plaza”, “es toda una declaración de intenciones”. “Esta ciudad tiene muy presente el arte, la cultura y a sus creadores. Que Esther Ferrer vaya estar físicamente en la nueva plaza de Tabakalera es un mensaje de gran relevancia. Donostia es cultura y la cultura es la capital de Donostia”, afirmó el primer edil donostiarra.

sophie germain Además del azul y verde que representan Donostia, el gris que simboliza los números primos “normales”, Ferrer ha añadido otro color más a su mosaico. El dorado representa los llamados “Números Primos de Sophie Germain”, una teoría ideada por la francesa del mismo nombre. Esta, que vivió entre 1776 y 1831, fue una matemática autodidacta que debido a su condición de mujer, en un inicio, tuvo vetado el acceso al mundo académico, por lo que fingió ser un hombre, hasta que el físico y matemático Joseph-Louis Lagrange supo ver el genuino valor de sus planteamientos. 

Fue entonces cuando comenzó a frecuentar los círculos de investigadores como Carl Friedrich Gauss y de otros pensadores de la Academia de las Ciencias, que la reconoció con un premio en 1816, lo que le permitió convertirse en académica de la institución. “Aunque se olvidaron de invitarla a la ceremonia”, subrayó Ferrer, que añadió que para ella “el arte es una vía de conocimiento”. En este sentido, afirmó que sus conocimientos matemáticos se circunscriben a sus estudios de bachillerato y que todo el saber posterior, como el relacionado con Germain, lo ha adquirido con el fin de crear obra.