Era el 22 de octubre de 2020. “Nuestra razón de ser es la difusión de cualquier expresión artística y cultural”. El proyecto de Nimbo Cultura se presentaba en sociedad y lo hacía, por desgracia, en un momento muy complicado para la sociedad en su conjunto a causa de la situación sanitaria. “Nos impulsan la poesía, la novela, los relatos breves, el cómic, los guiones cinematográficos, el teatro, la escultura, la pintura, la música, la fotografía… y cualquier forma imaginable de expresión”. Eran palabras que sonaban y querían ser ambiciosas en un contexto en el que cada aliento hacia el sector creativo parecía un milagro. Pero aquel sueño empezó a concretarse muy rápido, sobre todo en el plano literario, donde se ha venido haciendo la parte fundamental del camino.

De aquello no han pasado ni siquiera dos años, pero que esta plataforma de difusión cultural parece haber encontrado la fórmula que buscada, sobre todo dentro del sector editorial, es un hecho. En este tiempo, por ejemplo, ha conseguido hacer realidad 35 libros (se pueden ver en nimbocultura.com), sin perder de vista que de aquí a finales de año se publicarán otros ocho más. “Sí, nos tiramos a la piscina, pero vimos no solo que había agua en ese momento, sino que cada vez hay más”, dice con una sonrisa la escritora Belén Fernández, una de las cinco personas que está detrás de esta apuesta nacida en Vitoria.

Más allá de esas palabras ambiciosas mencionadas en la presentación de Nimbo en otoño de 2020, lo cierto es que la iniciativa nació con la mirada puesta en dos campos de actuación concretos. El literario se ha convertido en su marca de la casa. El audiovisual, sin embargo, se ha quedado en una deuda pendiente. “Es un área que tenemos un poco aparcada pero nos gustaría desarrollarla”. Todo llegará. O no. Al fin y al cabo, “ideas nunca nos faltan” en una apuesta que depende de sí misma y de un principio que debe ser básico en todo lo que haga: “este debe ser, ha sido y es un proyecto honesto; eso es lo primero y está por encima de cualquier otra consideración”.

Que la labor en el campo literario sea el eje fundamental del proceso tiene su lógica teniendo en cuenta que tres de las cinco personas que están en el motor de todo son escritoras. De hecho, Nimbo parte “de la necesidad pura y dura” de quien había vivido situaciones “de todo tipo” con sus creaciones. Es el caso de la propia Fernández. “Yo había coincidido, por ejemplo, con una de las autoras que publicamos ahora, Pilar Lloves Masid, en algunas editoriales que nos habían dejado colgadas”. En un caso, sin pagar los ejemplares que se seguían editando. En otro, tras bajar la persiana la firma americana que les iba a publicar sus nuevos trabajos.

La autoedición podría haber sido una opción para Fernández, “pero es un arma de doble filo”. Así que desde la experiencia adquirida con los años y gracias a los contactos realizados con libros anteriores, se apostó por poder crear un espacio en el que también acompañar a otros autores. “El poder ayudar a terceros a que no pasen por lo mismo que yo viví, es muy gratificante”, describe la autora, consciente de que en los últimos años han aparecido muchas supuestas editoriales y empresas que se venden como tal aunque no lo sean, que han dejado numerosos pufos y escándalos. “Algunas de las personas que estamos aquí hemos pasado por situaciones muy desagradables”. Por supuesto, aquí se trata de ir al extremo opuesto, de dar cada paso con seguridad.

“Estamos muy contentos con lo que hemos podido hacer en este tiempo. Cada vez nos llegan más manuscritos, también de fuera, porque cada vez hay más gente que nos conoce y valora lo que hacemos”. Textos que según llegan se ponen en manos de las tres personas que componen el denominado equipo de valoración. “Encuentras historias muy bien escritas pero que igual no nos llegan o argumentos muy interesantes pero que necesitan trabajar la forma, por ejemplo”. Ahí el contacto con quien crea es básico y “hay quien acepta nuestro asesoramiento y acompañamiento” y quien prefiere seguir otro camino. Con los primeros, “lo fundamental es explicar cómo funcionamos y enviarles un contrato tipo. No se hace nada más si no hay nada firmado. Tiene que haber una seguridad total en este sentido” para que no suceda lo que ella ha vivido en primera persona en alguna ocasión anterior.

Andoni Díaz, Beatriz de Silva, Loli G. García, Oscar L. Nogal, Edurne Maiona o Andrea Abáigar son algunas de las firmas que componen un catálogo muy variado en cuanto a las temáticas y los géneros. Desde libros para los más jóvenes a historias de denuncia sobre el maltrato, en las 35 propuestas que han visto la luz hasta ahora –también en euskera– se abre un abanico muy amplio. “Hay varias novelas que han tenido un recorrido muy importante y también los relatos; es algo que está gustando mucho de un tiempo a esta parte”, describen desde Nimbo, a donde cada vez llegan más propuestas de títulos para el público infantil y juvenil, y que en breve va a compartir con el público sus primeras referencias dentro del campo del misterio.

Para muestra de esa variedad de formas y fondos, un botón. La última referencia que acaba de salir se titula Miradas de campeones, de Nistal Mayorga, una recopilación de la historia de los Campeones del Mundo de Ajedrez durante 135 años. “Buscamos a todos los lectores, a los de cualquier edad e intereses. La idea es apoyar cualquier proyecto, siempre desde la base de que no atente a los derechos humanos. A partir de ahí, cualquier historia que nos parezca interesante, que se pueda comercializar bien y que pueda tener un público, se apoya”. Y se hace no solo con la edición, sino también con el acompañamiento a quien crea.

Por ejemplo, cada primer sábado de mes, en el mercado que se instala en el Casco Medieval, el proyecto cuenta con un puesto en el que, además, se propicia el encuentro con los escritores. Una iniciativa, por cierto, que ya se ha llevado a tierras riojanas. Es una de las diferentes ideas que o se están llevando a cabo –como un concurso de relatos breves que en septiembre entregará sus premios– o están por llegar en breve. “Estamos apostando muy fuerte por la cultura y por la diversidad, por lo original y lo diferente”. Eso es y quiere ser Nimbo.