Tras tener que suspenderse en 2020 y vivir una edición acotada y con restricciones en 2021, la muestra de artes de calle de la capital alavesa KaldeArte ya está en marcha recuperando su formato y estructura de antes de la pandemia, puesto que la esencia del certamen no se ha perdido nunca, ese espíritu que pasa por convertir las calles y las plazas del centro de la ciudad en escenarios al aire libre para el teatro, la danza, la magia, la performance, el circo y, en realidad, cualquier expresión de las artes en vivo. Y aunque el telón, de forma literal, no existe, lo cierto es que ya está levantado y así va a permanecer hasta casi la noche del domingo, siempre y cuando el cielo respete.

Lo cierto es que en las quince ediciones anteriores, menos nevar ha hecho de todo, así que en el festival están más que acostumbrados a tener que lidiar tanto con las tormentas como con el calor más intenso. Eso no se puede controlar. Lo que sí se puede trabajar, y mucho, es el cartel que se presenta cada vez. En este 2022, una treintena de compañías están siendo las encargadas de dar forma y fondo a propuestas pensadas para espectadores de cualquier edad e interés.

La plaza de la Virgen Blanca y el parque de la Florida, las plazas de los Fueros, del Arca y de la Provincia, el Casco Viejo (Jardines de Falerina, Fray Zacarías, la Escuela Municipal de Música Luis Aramburu y la plaza Santa María), la plaza de Santa Bárbara y Artium son los puntos de referencia para grupos y artistas como Hortzmuga Teatroa y Deabru Beltzak –encargados este viernes del espectáculo inaugural, Senta–, Truca Circus, Yllana, Manolo Alcántara, Nova Galega de Danza, Altraste Danza, Doos Colectivo y un largo etcétera, incluyendo creadores e intérpretes llegados también desde Francia, Eslovenia, Argentina, Holanda, Reino Unido y Noruega.

Tras un viernes en el que la programación se ha concentrado tanto por la tarde como por la noche, sábado y domingo distribuyen sus actividades a lo largo de toda la jornada, comenzando las primeras representaciones a las 11.30 horas ambos días. A partir de ahí, solo hay que dejarse atrapar por KaldeArte.