“Asóciate. 100 canillas”. Era lo que rezaba la portada del número 0 de la autodenominada “revistucha contumaz cocinada en Euskadi”. Era 1987 y en Pamplona nacía el TMEO. Desde entonces ha llovido lo suyo, pasando por el traslado de la sede de la publicación de la capital foral a la alavesa, algo que sucedió en 1992. Hoy, esta cabecera referencial se ha convertido en una de los pocas que, tras nacer en aquel momento, se ha mantenido en el tiempo, casi además con el mismo modelo de autogestión horizontal, con todo lo que ello implica, también en lo que a la supervivencia económica se refiere. Eso sí, nunca en este 35 años ha faltado a su cita con los lectores. Ni en pandemia, aunque tuviera que recurrir a la difusión a través de Internet.

La segunda edición del festival de humor Komedialdia se pone hoy en marcha de manera oficial y, por supuesto, el trigésimo quinto aniversario del TMEO tenía que estar presente. De hecho, la revista va a ser la protagonista del acto inaugural que se celebrará a partir de las 19.00 horas en el Europa. Ante los asistentes estará Mauro Entrialgo, una de las firmas más conocidas y reconocidas de la publicación. De su mano, se hará un repaso a estos tres decenios y medio, que se dice pronto.

Kaitin Allende será la maestra de ceremonias de un acto abierto al público que contará también con otros alicientes. Mintxo Cemillán se encargará de compartir con el público caricaturas de quienes acudan. Y Amaia Bono presentará una performance titulada Ahora ya. A todo ello se sumará la conferencia de Entrialgo, que no solo mirará a la publicación con sede en Gasteiz, sino que también reflejará la evolución del humor y de la propia sociedad a lo largo de estos 35 años, algo que también se puede ver con claridad en la propia historia del TMEO, más allá de que la irreverencia y la risa hayan sido y sigan siendo las dos características fundamentales de un proyecto que ya está por su número 165.

De todas formas, aunque este acto inaugural de Komedialdia se producirá a la tarde, cabe recordar que el certamen ya tiene algunas propuestas en marcha, como las intervenciones que en distintos escaparates de la ciudad está realizando Cemillán, a lo que se va a unir, también desde hoy, la exposición El Mentirón: hojas para un álbum vitoriano del siglo XIX, que va a estar visitable en el Bibat hasta finales del próximo mes de septiembre. En este caso, de la mano de Álava Medieval, se presenta una muestra que vuelve su mirada al joven Ricardo Becerro de Bengoa y la publicación que a lo largo de poco más de un año autoeditó en la capital alavesa en torno a distintas temáticas.