Es hora de reunirse de nuevo con el público en la Casa de Cultura Ignacio Aldecoa. El programa Cita con la Poesía se adentra en la primavera, en esa época que marca su recta final, aunque antes de la despedida en mayo van a ocurrir no pocas cosas. La más inmediata este mismo viernes 25. Bajo el título Vuela palabra, la escritora y artista plástica donostiarra Julia Lasagabaster, y la actriz, poeta, performer y fotógrafa gasteiztarra Mary Zurbano van a protagonizar una propuesta muy especial que tomará como punto de partida sus libros La revolución dormida y De ceniza y musgo.
Como suele ser habitual, el encuentro con quienes quieran aceptar la invitación del ciclo impulsado por Ángela Serna se producirá a partir de las 19.30 horas, siendo el acceso gratuito hasta completar el aforo. Los presentes, eso sí, no estarán ante un recital al uso o una cita dividida en dos, con partes diferenciadas para cada una de las protagonistas. Va a ser justo todo lo contrario. Como quien se hace una trenza en el pelo -y esto puede que no sea solo metafórico-, ambas van a fusionarse, mezclarse, juntarse.
Las dos tienen mucho en común. También las obras que sirven como referencia para este encuentro, más allá de que ambos títulos estén editados por La Única Puerta a la Izquierda. Para empezar, como señala Zurbano, en su De ceniza y musgo “hablo mucho de lo que es la jaula interior”, mientras que Lasagabaster, en La revolución dormida, “también hace mucha referencia a esa sensación de estar como atrapadas y no poder acabar de ser libres”. Además, la creadora gasteiztarra señala otros puentes entre ambas producciones literarias como, por ejemplo, la ternura.
Esos lazos van a permitir que el diálogo sea permanente a lo largo de toda la propuesta, incluso tomando la palabra una en los versos de la otra, y viceversa. Incluso mezclándose en una misma lectura. Todo ello en torno a una acción poética que va a consistir en “pequeños guiños” a lo que significan ambos libros. “Es algo nuevo para mí”, dice con una sonrisa la escritora guipuzcoana, una apuesta performativa que las protagonistas han estado perfilando en ensayos llevados a cabo tanto en Vitoria como en San Sebastián.
“Ante todo, me gustaría que lo que hagamos o lo que digamos mantenga el interés y que sea también por el fondo, por estar ofreciendo algo con lo que la gente se sienta de alguna manera conectada. Si logramos eso y que el conjunto sea algo bonito de ver y escuchar, será fantástico”, describe Lasagabaster, que en 2019 vio cómo tomaba forma definitiva ante los lectores su La revolución dormida. A pesar de lo vivido en los dos últimos años con la situación sanitaria, “lo sigo sintiendo presente. Recoge poemas nacidos de una experiencia que ha sido a lo largo de varios años, de la última etapa de mi vida. El final, además, deja una puerta abierta a lo siguiente, a ese momento en el que estoy hoy”, tras ese instante en el que el dique se rompió de manera abrupta, más allá de que ese hecho haya terminado siendo “liberador”.
Como en el caso de Lasagabaster, la editorial también ha lanzado una segunda edición -con algún poema añadido, así como con la inclusión de códigos QR que permiten la escucha de algunas creaciones- de De ceniza y musgo, libro que Zurbano presentó en 2018. “El tiempo marca y es evidente que han pasado cinco años. Sin embargo, es un trabajo al que no le he dado demasiadas alas por este pudor que me da”, situación a la que ahora, por lo menos en parte, la autora quiere poner remedio, también “por el compromiso que siento con el editor, que apostó por mí, que tuvo paciencia y compromiso conmigo”. Con todo, reconoce que ese lustro hace que ahora mire a algunas de sus creaciones y sienta que “tengo que aprender que, como se suele decir, el arte de escribir es el arte de borrar. Tengo que ejercitar ese músculo y no sentir el dolor de quitar”.
Hay, no hay que olvidarlo, otro nexo entre las dos. Ambas escriben, sí, pero no solo. En otras disciplinas encuentran también su vehículo de expresión. En el caso de Lasagabaster es la pintura la que marca esa otra senda. “Son dos maneras diferentes de expresarse pero los sentimientos que hay detrás son los mismos. Tengo ganas de expresar algo y lo hago, no pienso cómo, también porque los dos caminos se complementan”, apunta la creadora guipuzcoana. “En mi caso tiene que ver con el acto de crear. Una cosa me lleva a la otra. Es todo un impulso. Es la intuición la que marca, es la pulsión interna la que me pide”, añade por su parte la artista vitoriana, que describe que “todo tiene que ver con la estética, con buscar lo estético, mi propio paisaje estético, sea bello o todo lo contrario” sin pretender “agradar a todo el mundo. Cuando creo, lo hago desde lo que me retuerce por dentro” sin pensar en supuestas fronteras entre disciplinas. Todo lo contrario, se puede y se debe mezclar. Este viernes, en ambos casos, va a ser un claro ejemplo.
‘La revolución dormida’ de Lasagabaster y ‘De ceniza y musgo’ de Zurbano servirán de hilo conductor para la propuesta diseñada
En ‘Vuela palabra’, que es como se ha bautizado el encuentro, también estarán presentes los otros caminos creativos que transitan ambas