Estos dos años de pandemia y los distintos cierres de espacios culturales que se han producido en este tiempo, siendo el último el que arrancó a finales del año pasado y no terminó hasta el pasado día 13, están desembocando en que las agendas de los diferentes escenarios están, ahora que no hay casi restricciones, a tope. Kubik, la sala privada de mayor aforo de Gasteiz, es un claro ejemplo de ello.

En este fin de semana vive tres días frenéticos, que arrancaron ayer con el concierto que por fin pudo ofrecer Zahara -después de no sé sabe ya cuántos cambios-, que seguirán hoy con la visita de Morodo, y que terminarán mañana dejando la música en directo a un lado para encontrarse con el humor de Luis Zahera.

En lo que respecta a esta noche, las tablas de la calle General Álava se abrirán a las 21.00 horas -el concierto empezará 30 minutos después-, quedando todavía algunas entradas disponibles en taquilla. No habrá teloneros, así que desde el primer momento toda la atención se centrará en el regreso a Vitoria de Morodo, que estará presentando, junto a Okoumé Lions, el trabajo Luz.

En realidad, el disco empezó su camino en 2020, aunque como les ha pasado a tantos y tantos álbumes, casi no ha podido desarrollarse en directo, por lo menos en unas condiciones más o menos normales. De eso se trata ahora, de que esos 13 temas de reggae y rap tengan la posibilidad de encontrarse de cara con el público, más allá de que se recuperen canciones anteriores.

Sin mucho tiempo para el descanso, Kubik regresará mañana a la carga, esta vez encontrándose con los espectadores a las 19.00 horas (también en este caso queda algún ticket a la venta). Allí se encontrará esperando Luis Zahera, de cuya última visita a Vitoria todavía resuenan los ecos de no pocas carcajadas.

El actor -que contará con la compañía de Kike Biguri- presentará Chungo, trabajo en el que el intérprete repasa en clave de humor su trayectoria profesional, esa en la que tantas veces ha hecho “papeles de chungo”.