- Tras vivir una época arrinconadas por la avalancha global de ficciones (series turcas incluidas), las telenovelas latinoamericanas están viviendo una nueva época dorada y hoy son un género por el que están apostando fuertemente tanto cadenas privadas como plataformas globales. Con más de siete semanas liderando el ranking de lo más visto en Netflix en la categoría de series de habla no inglesa, el éxito de la colombiana Café con aroma de mujer es un ejemplo de que el género ha regresado con fuerza y está conquistando territorios que van más allá de los canales especializados y público que no acostumbraba a verlas.
Ante el boom inicial de las plataformas -impulsado por la pandemia- y la ansiedad por ver “tantas series e historias rápidas” procedentes de todo el mundo, “las telenovelas quedaron atrás”, pero ahora está habiendo una reconexión con las “historias profundas, intimas y románticas”, cuenta Adriana Suárez, encargada de la adaptación de la serie colombiana. A la gente, añade, “le dio nostalgia por ver historias en otros tiempos más íntimos y más despacio”, reencontrarse con esas “historias que nos ponen a soñar”. “Así es el ser humano, de ciclos”, agrega.
Y no solo Café con aroma de mujer está entre las producciones favoritas de la plataforma con más suscriptores del mundo. La colombiana La reina del flow lleva trece semanas en el “top10”, una más que Yo soy Betty, la fea, telenovela de 1999 que aún hoy ostenta un récord Guinness como la más exitosa de la historia. Unos datos que revelan que, aunque sea un género lleno de estigmas y prejuicios, el público de las telenovelas ya no son solo mujeres de edad avanzada.
El regreso del melodrama latino llega además tras un año 2021 donde las series turcas (llamadas también telenovelas por su ritmo pausado y su larga duración) arrasaron entre los amantes del género de medio mundo, Latinoamérica incluida, y coparon también el prime time de canales en abierto como Telecinco o Antena 3. Aunque Antena 3 aún sigue siendo fiel al turco, Telecinco no ha logrado tanto éxito y ya empieza a dar muestras de esta nueva tendencia hacia el melodrama latino.
Este pasado miércoles estrenó (con 2 millones de audiencia) el regreso de Pasión de gavilanes, que ha vuelto con una segunda temporada de la historia que en 2003 encandiló a millones de televidentes. Hoy lunes, Nova, el canal de Atresmedia especializado en telenovelas, estrenará La desalmada, presentado como “el mayor éxito de la ficción latina de los últimos años”.
“Es una tendencia que ya venimos notando desde septiembre del año pasado, ya observamos que se estaba gestando esta vuelta de las telenovelas y ahora esta tendencia se ha confirmado totalmente”, cuenta la directora de Consultoría de Producción y Contenidos en GECA, Gloria Salo. “El gran operador mundial es Netflix y esta plataforma tiene interés en el género (...). El hecho de que hayan sido incluidas en los catálogos de las plataformas está haciendo que el éxito tenga una mayor repercusión”, añade.
Salo destaca una de las claves para que este género se esté haciendo fuerte también en plataformas, la gran fidelización de público. “Aportan muchas horas de consumo porque una telenovela puede tener más de 100 capítulos y si alguien se interesa por un producto eso hace que lo tengas consumiendo muchas horas y esto hace hábito, crea consumo”, señala. Sobre los títulos nuevos que se están creando, Salo advierte una “diversificación de las temáticas”. “Sigue habiendo tramas románticas de intrigas familiares, pero también hay de temática social o de comedia”, apunta.
En opinión de Adriana Suárez, que creó la exitosa Café con aroma de mujer a partir de la telenovela original creada en 1994 por el maestro del género, Fernando Gaitán, adaptar las telenovelas a los nuevos tiempos es la clave del éxito actual y de que permanezcan en un futuro. “Nos han relegado mucho pensando que las telenovelas siempre son la misma historia que se repite, y obviamente hay historias que son así, pero el reto para los que nos gusta hacer telenovelas es renovarnos, no enfrentarnos ni pelear contra las series, sino tratar de contar estas historias que nos gustan teniendo en cuenta que la realidad ha cambiado”, explica.
Por eso, agrega, “yo no podía crear una Gaviota como la de 1994” y ahora se ve a una Laura Londoño interpretando a “una mujer que todo el tiempo está emprendiendo cosas y que se está ayudando a sí misma a salir adelante. Es una mujer que cree en sí misma, que está empoderada”. “Una mujer que sabe que los hombres no son el único camino. Ya no es una Gaviota que necesita solamente de Sebastián para vivir y sin ese amor no puede vivir. Yo creo que las telenovelas han logrado mostrar que tanto el papel del hombre como de la mujer han cambiado y se ve diferente”, asegura la escritora, que está trabajando, sentencia, “en una idea original, probablemente para una plataforma”.