El resultado final poco o nada tiene que ver con lo previsto al principio. En realidad, le sucede a cualquier creación. La transformación entre el primer impulso y lo que termina tomando forma y fondo puede llegar a ser radical. El camino hace que se sumen ideas y acciones insospechadas en el origen.
Le ha sucedido a la propuesta con la que el Centro de Exposiciones de Fundación Vital afronta el cambio de año. Lo que iba a ser una muestra en torno a la obra de un escultor se ha terminado convirtiendo en un proyecto interdisciplinar que atraviesa generaciones. Bost más bost busca la multiplicación creativaBost más bost .
El recorrido, a veces apabullante, viene marcado por la escultura, por la obra de cinco nombres propios de la creación contemporánea vasca, cinco hombres que comparten generación y algunas características en su visión del arte, aunque los sellos propios de cada uno son identificables al momento. Ahí están Koldobika Jauregi, Víctor Arrizabalaga, Iñaki Olazabal, Mikel Lertxundi e Iñigo Arregi, todos ellos bien conocidos en tierras alavesas.
Sin fronteras a lo largo de la exposición, sin separaciones de ningún tipo, mezclándose de manera natural a lo largo de la visita al espacio ubicado en la plaza de los Fueros, aparecen la música, la fotografía, la pintura y el grafiti, las producciones de cinco mujeres que trabajan en distintos campos y que responden a edades diferentes, más allá de que Vitoria, como lugar de nacimiento o residencia, sea su nexo común. Son Maika y Sara Gómez, Nerea Moreno, Eva Mena y Maite Sainz.
Popurrí de talento
“La suma es la clave de este proyecto”, apunta Maika Gómez, culpable, por así decirlo, junto a Sara Gómez de ese momento en el que el proyecto de reunir a una serie de escultores vascos pasó a otra dimensión. Las dos intérpretes y creadoras vitorianas, aunque sus caminos vitales y profesionales transcurren hoy por otras ciudades, han querido poner voz a las esculturas y han compuesto a partir de algunas de las piezas presentes en la muestra.
Ese acercamiento desde otras disciplinas a los cinco autores invitados por Fundación Vital para esta producción propia tiene otra vertiente en el trabajo de Nerea Moreno. En su caso, es la fotografía la que sirve para adentrarse en talleres, obras y contextos, la que abre otra ventana para mirar desde una perspectiva distinta a Jauregi, Arrizabalaga, Olazabal, Lertxundi y Arregi, y a sus procesos de creación mientras están en sus estudios.
En ese punto es Eva Mena quien da otra vuelta de tuerca más a la multiplicación. Las paredes del espacio expositivo se convierten en soporte de diferentes grafitis de gran tamaño en los que la creadora retrata a sus compañeras en esta aventura, a las artistas con las que está compartiendo este juego artístico al que Maite Sainz suma una serie de pinturas circulares pensadas de manera específica para la muestra comisariada por Fernando Martínez de Viñaspre.
Todo ello sucede mientras por el Centro de Exposiciones Fundación Vital se despliega una selección de obras de los otros cinco protagonistas. Lertxundi (Berriatua, 1951), Arregi (Arrasate, 1954), Arrizabalaga (Mañaria, 1957), Olazabal (Andoain, 1959) y Jauregi (Alkiza, 1959), como explica el crítico Fernando Galvano, representan las diversas herencias de la escultura moderna y a todos les une, además del aprecio a la materia, una formación sobre todo autodidacta que han completado con la participación en cursos y talleres organizados por centros de arte.
Surgen en una escena de influencias como las de Jorge Oteiza, Eduardo Chillida y Agustín Ibarrola. No obstante, con ciertas distancias críticas con estos artistas y con otros como Remigio Mendiburu y Néstor Basterretxea -justo el anterior protagonista en esta misma sala-, los escultores que participan en esta exposición fueron moldeando su propia poética escultórica.
Ahora, de todas formas, es el turno del público, de quienes durante estas semanas acudan al céntrico espacio de la capital alavesa. su presencia es fundamental porque esa suma que propone el título de la muestra, esa multiplicación creativa que en realidad persigue, no tendrá ningún sentido si a estos diez nombres propios no se añaden los de quienes visiten Bost más bosten este tiempo.
Además, sin moverse del lugar, también podrán adentrarse en la muestra 1921, ecos de un desastre1921, ecos de un desastre, que también se ha abierto justo esta misma semana. Dos reclamos distintos para cerrar un 2021 que ha sido bastante complicado aunque el Centro de Exposiciones Fundación Vital ha podido recuperar aforos y ha dejado de estar condicionado por la situación sanitaria casi por completo. Solo queda que 2022 sea mucho mejor en este sentido.
Mikel Lertxundi, Iñigo Arregi, Víctor Arrizabalaga, Iñaki Olazabal y Koldobika Jauregi protagonizan la parte de la escultura
Nerea Moreno, Eva Mena, Maika Gómez, Sara Gómez y Maite Sainz unen fotografía, grafiti, música y pintura al proyecto