Tanto antes como después de la muerte de la artista gasteiztarra Juncal Ballestín, fueron muchas las voces que pusieron de relieve al olvido que la ciudad y sus instituciones públicas estaban teniendo con respecto a una multifacética creadora a la que una enfermedad se llevó en mayo de 2015.

Hace un par de años, sin embargo, diferentes esfuerzos se sumaron en torno a Artium para darle la vuelta a esta situación injusta, un camino que se ha conseguido hacer incluso a pesar de la pandemia, una senda que tuvo un hito importante en la exposición La vida como ejercicioLa vida como ejercicio, que se pudo ver en los primeros meses de este 2021. Pero la muestra, ya se dijo así cuando se presentó, no era el final del proyecto de puesta en valor de la autora y su huella.

De la mano de la Fundación Anesvad, el museo acaba de recibir, bajo la fórmula de donación, el legado artístico y documental de la artista, material que se encontraba en su taller de Otazu y que incluye un fondo de más de 40 obras y un amplio conjunto de documentos (numerosas fotografías y documentos relacionados con exposiciones, desde carteles y folletos a recortes de prensa).

Además de la conservación de las piezas y de la creación de un fondo documental, el convenio incluye el compromiso del espacio de la calle Francia de editar una publicación específica sobre la trayectoria de Ballestín, algo que en su día, estando ella en vida y a pesar de que había un contrato de por medio, el centro cultural Montehermoso se negó a hacer.

Beca de investigación

Cabe recordar que la ONG dedicada a promover y proteger los derechos de la salud fue designada por Ballestín como heredera de aquello que se encontraba en su taller, un conjunto de creaciones y documentos que ahora va a custodiar, mantener y divulgar el museo de arte contemporáneo, máxime tras la importante labor de recuperación que llevó a cabo el Servicio Foral de Restauración de cara a la mencionada exposición.

Esta donación se oficializó ayer con la firma de un convenio entre la presidenta de la Fundación Anesvad, Garbiñe Biurrun, y el diputado general de Álava, Ramiro González, en calidad de máximo responsable de la Fundación Artium.

De todas formas, este acuerdo implica también otro aspecto importante para las partes implicadas y es la creación de la Beca de Investigación Juncal Ballestín, que estará adscrita al Centro de Investigación y Documentación que el museo ha abierto no hace mucho.

El objeto de esta convocatoria, según explican desde el espacio de la calle Francia, es la selección de un proyecto de investigación cuyo propósito sea el desarrollo de una historiografía del arte feminista tanto en el País Vasco como en el contexto internacional, y el estudio de las producciones de artistas y pensadoras vinculadas a los programas del museo y su colección.

En ese sentido, la directora del museo, Beatriz Herráez, aseguró ayer que “la convocatoria de esta beca da idea de nuestro compromiso, por un lado, con la difusión del legado de Juncal Ballestín, de su práctica y su trayectoria, y por otro con el desarrollo de programas y acciones dirigidas a impulsar nuevas genealogías en la historia del arte y, en general, a la consolidación de políticas de igualdad entre mujeres y hombres también en nuestro ámbito de trabajo”.

Con todas estas acciones, Vitoria y Álava quieren saldar la deuda que quedó pendiente tras la desaparición de “una figura poliédrica que hay que poner en valor”, una mujer siempre inquieta y activa, cuyo pasado artístico sigue siendo un presente a proteger y difundir. A esos dos objetivos responde el camino recorrido durante estos dos años, también con la suma de terceras personas como el artista y galerista Fernando Illana, entre otros.