Este 2021 va apurando sus últimos sonidos. De hecho, la temporada de abono de la Banda Municipal de Música de Vitoria se despide mañana del Principal por este año. Tablas e intérpretes no se volverán a encontrar hasta el 26 de enero de 2022.
Y para esta cita se ha preparado un programa especial, un In perpetuumque va a contar con diferentes alicientes, desde un estreno absoluto hasta un invitado especial, todo ello bajo la batuta de Luis Orduña. Eso sí, quien no tenga su entrada en la mano para el recital que arrancará a las 19.30 horas debería darse prisa porque quedan muy pocos espacios en un centenario teatro que va a estar lleno.
Un viaje desde el presente hacia un pasado no muy lejano marcará este concierto que se va a poner en marcha con el estreno absoluto de Bajo el puente de las Palmas, de María José Belenguer, una obra que trabaja desde las sonoridades folclóricas que, en este caso, tienen una estrecha relación con tierras extremeñas, según explica la propia creadora.
De hecho, a los integrantes de la agrupación de la capital alavesa les va a tocar también hacer música con cucharas o botellas de anís. “Hay una idea en este proyecto que pasa por rescatar el patrimonio folclórico”, apunta la compositora y arreglista, que durante estos días se encuentra en Gasteiz para limar los últimos detalles de esta presentación tan especial.
Doble objetivo
“Trabajar con la Banda de Vitoria es hacerlo con una agrupación de una gran calidad humana y profesional”, subraya Belenguer, que explica cómo en los ensayos “estoy pudiendo escuchar mi creación como quería que sonase”, algo que es complicado conseguir cuando una está creando en solitario, “por mucho que tengas simuladores de instrumentos a tu alcance”.
Mañana no habría simulación alguna. Todo lo contrario, se producirá un estreno que para la agrupación cumplirá un doble objetivo, como resalta Orduña. Por un lado, dar a conocer composiciones del hoy. Por otro, visibilizar y poner en valor a las mujeres creadoras.
Tras Bajo el puente de las Palmas será el turno de Extreme make-over, que hará de puente para llegar a la última propuesta del programa, el Concierto para piano nº 1, de Tchaikovsky, obra que se va a interpretar junto al pianista Steven Lin, que vuelve así a Vitoria, donde dice tener su “segunda casa en Europa”.
El intérprete, que se reconoce amante del goxua, conoce bien esta pieza, aunque admite que la propuesta de interpretarla junto a una banda es algo que al principio le sorprendió. “Lo he interpretado en diferentes ocasiones pero con una formación así es la primera vez y la verdad es que está siendo una experiencia maravillosa y divertida”.
Aunque sí existen arreglos para este formato, no grabaciones así que el reto está siendo importante. “La sonoridad es muy distinta, como es lógico”, apunta Orduña, mientras el pianista dice que “el verdadero trabajo está siendo para la Banda”.