Aunque todavía no ha cerrado del todo la campaña de conciertos al aire libre, la Banda Municipal de Música de Gasteiz inicia ya su nueva temporada de abono, una programación que se extenderá hasta el 11 de mayo de 2022, cuando, ojalá, toda la situación sanitaria relacionada con el coronavirus sea mucho mejor que ahora. Aún así, la evolución de la pandemia está permitiendo ampliar aforos y este miércoles en el Principal, el público va a poder encontrar más entradas disponibles que en ocasiones precedentes, un alivio puesto que las actuaciones de la centenaria agrupación no paran de colgar el cartel de completo.

Primer concierto, primer estreno. Los sonidos de Gioia, de Saül Gómez, serán los encargados de poner en marcha esta nueva temporada en el escenario de la calle San Prudencio a partir de las 19.30 horas. Bajo el título genérico de Alea iacta est, la agrupación realizará un viaje por el tiempo, desde la Edad de Piedra hasta el siglo XVIII, como explica su director, Luis Orduña. Eso sí, contará para ello con la presencia invitada de la soprano María Hinojosa y el narrador tinerfeño Moisés Évora, que ya sabe lo que es cruzar su camino con la Banda, sobre todo en los recitales diseñados para el público familiar.

Como recuerda Orduña, si la intención de la Banda es ser un continuo altavoz para el estreno de nuevas piezas como pasa esta vez con el título del mencionado creador valenciano, otro eje básico de la actividad de la formación pasa por hacer más presentes a las compositoras. En esta ocasión, esto se plasma con Stonage, una obra que narra el paso del hombre por la Edad de Piedra y que viene firmada por Sara Galiana, autora especializada sobre todo en la música para el audiovisual.

A partir de ahí, la Banda dejará tierras valencianas, de donde son tanto Galiana como Gómez, para viajar hasta suelo neerlandés de la mano de Bert Appermont y Jacob de Haan. Del primero se compartirá con el público Rubicon, mientras que del segundo se ofrecerá The book of Urizen, que servirá para poner el broche al recital, más allá de que haya tiempo para algún bis.

Para dar vida a esta última propuesta será esencial el trabajo de Évora y de una Hinojosa que colabora por primera vez con la agrupación vitoriana. “Hay que poner en valor a las bandas sinfónicas. Parece que solo nos fijamos en las orquestas y eso hace que muchas veces se pierdan cosas. Hay que animar al público porque una banda sinfónica tiene sonoridades y repertorios que son muy interesantes. La banda sinfónica es la gran desconocida”, apunta la soprano antes de un concierto en la capital alavesa para el que todavía quedan algunos pases en taquilla.