abiAburruzaga (Portugalete, 1978) presenta en Durango su sexto disco, Aurrez aurre (Baga Biga), en el que resume su discografía previa sobre el escenario del Teatro Campos, en un único concierto que contó con varias colaboraciones, entre ellas las de exmiembros de Oskorri y el trío gallego Tanxugueiras. “Nos lo jugamos todo a una carta al ser un único concierto”, indica el trikitilari, que actualiza el sonido de su instrumento y el del fandango, el arin arin y la porrusalda con aires de Quebec e Irlanda.
Aburruzaga ha buscado un disco presencial, y de este modo el trikitilari se estrena con su primer directo, Aurrez Aurre. Es un testimonio de dos décadas bien aprovechadas de trayectoria musical ligada al folk y que incorpora nuevos arreglos a antiguas canciones. “He incluido temas que aparecen en mis cinco discos anteriores”, explica el vizcaino, que grabó el álbum sobre el escenario del Campos de Bilbao en una velada que contó con el apoyo de ETB y que se celebró el pasado 15 de mayo.
“Recibí la llamada de ETB con la invitación de hacer el concierto y decidí hacer algo especial, aunando canciones de mi discografía anterior con danza. Los ensayos fueron complicados a causa de la pandemia y el aforo se llenó, pero estaba al 50% de la capacidad del teatro”, recuerda Aburruzaga. “Los ensayos los tuvimos que hacer por secciones. Los fuimos grabando y pasándoselos al resto de los músicos y colaboradores. El resultado fue tan bueno que decidí convertir aquella velada en un disco en directo. Fue una noche especial”, recuerda.
El escenario del Campos fue la traslación de “una gigantesca fiesta musical soñada”, según Aburruzaga, que contó con múltiples colaboraciones además del apoyo de su banda, compuesta por Eriz Pérez (guitarra acústica y coros), Jon Cañaveras (bajo), Aitor Uribarri (percusiones y coros) y Koldo Uriarte (teclados). Junto a Unai Mimenza, el técnico de sonido y responsable de la grabación, destaca la participación de los exmiembros de Oskorri Xabier Zeberio (violín) y Jose Urrejola (ewi, saxo y la flauta). Gorka Urmeneta se ocupa de la alboka, Garikoitz Mendizabal del txistu y se hace notar la presencia del trío femenino gallego de pandereteiras Tanxugueiras, formado por Aida Tarrio y Olaia y Sabela Maneiro.
“Me sentí muy libre a la hora de hacer el disco aunque, la verdad, nos lo jugamos todo a una carta. Mi técnico me dijo que deberíamos grabarlo, pero solo hicimos un concierto, en lugar de los dos o tres habituales cuando se va a registrar un álbum en directo. Pensamos que si se producía la magia en escena, lo editaríamos. Y al acabar el recital supimos que allí había un proyecto”, explica Aburruzaga, que vivió como “un sueño” la adaptación de los viejos temas al gran grupo con el que contó, con arreglos de metales y de percusión incluidos.
“Fue un gran reto que nos exigió mucho trabajo previo”, explica el trikitilari, que indica que se grabaron 21 temas aunque solo se han publicado 17. Respecto al título del álbum, Aburruzaga, que decidió convertirse en trikitilari viendo al maestro Rufino Arrola, indica que trató de “huir” de los habituales Live o Zuzenean y optó por Aurrez aurrez debido a que “es una parte del aurresku y también la forma de enseñar la trikitixa, con “el maestro enfrente, cara a cara”.
Aburruzaga explica a DEIA que tiene tres discos en mente en estos momentos, uno de ellos el de la banda sonora del futuro espectáculo de la compañía de danza Aukeran. “Es un proyecto que me hace mucha ilusión porque admiro mucho su trabajo”, indica el músico, cuyos espectáculos en vivo siempre se refuerzan con la participación de dantzaris. “Nuestro directo ha mejorado mucho gracias a su continuidad, incluso en estos tiempos. Hemos tocado mucho este año y nos empiezan a conocer fuera de Euskadi”, apostilla.
Además del tema Maltraer, de Tanxugueiras, de quienes destaca “su tremendo atractivo musical”, el álbum incluye como apertura Lago di Como, “una canción alegre e ideal para iniciar un concierto”, y concluye con Breakfast in Belfast, en el que puso en escena a todos los colaboradores, para “acabar en alto el concierto”. Entre ellos aparecen Mekoleta, con texto de Unai Iturriaga; Hauspoaren infernutik, que combina triki tradicional y moderna, fandango y arin arin; Waltz for Velilla, “un vals dedicado al pueblo castellano de mis aitites”; y sendos tributos a Maurizia y a los reels de Quebec, de los “me quedé prendado en un viaje”, concluye.
“Decidí hacer algo especial, aunando canciones de mi discografía con danza”
Compositor y trikitilari