La escritora Julia Navarro (Madrid, 1953) celebra el regreso de las ferias y las actividades en formato presencial porque, según ha remarcado, "un escritor sin lectores no es nadie". "El reencuentro con lectores es como encontrarte a alguien de la familia que llevas mucho tiempo sin ver", ha aseverado.

Así lo ha manifestado la popular autora, en una entrevista con motivo de la presentación de la novela 'De ninguna parte' (Plaza&Janés). La narradora comenta que en ella invita a "reflexionar sobre los porqués" de la sociedad de las últimas décadas, la dualidad entre culturas diferentes, el desarraigo o el papel de los medios de comunicación y plantea un "viaje permanente a los límites de la condición humana".

El relato hunde sus raíces en la naturaleza humana y sus claroscuros, protagonizado por personajes que viven en permanente conflicto con su identidad y que no dejan de ser, finalmente, eternos exiliados de sí mismos. El personaje principal, después de presenciar el asesinato de sus padres en Líbano, es acogido por unos familiares en París, donde se siente atrapado entre dos mundos "irreconciliables" y de acuerdo a unas identidades "de las que es difícil escapar".

"La novela es un reflejo de la sociedad, habla del terrorismo con tintes islamistas que afecta a Europa, una realidad que está ahí. El lector encontrará acción para la reflexión y respuestas a través de los personajes", ha declarado.

La obra, explica la autora, abarca temas como la migración y "el desarraigo de las personas que vienen a vivir entre nosotros y que viven la dualidad entre dos culturas diferentes", una situación "complicada y muy difícil especialmente para las segundas y terceras generaciones", que en ocasiones "no saben a qué sociedad pertenecen".

"Estas culturas no tienen por qué ser irreconciliables, lo son si nos empeñamos", ha expresado Navarro, que en la novela aborda el "dilema" del enfrentamiento entre Oriente y Occidente. "No vamos a negarlo, porque así no vamos a ninguna parte", ha defendido.

"CONVERTIR LA INFORMACIÓN EN ESPECTÁCULO"

El papel de los medios de comunicación también tiene su reflejo en la novela, "sobre todo las televisiones y su tendencia a convertir la información en espectáculo". Ante esta situación, la novelista se pregunta "dónde están los límites", por lo que invita a la reflexión para que los lectores "conozcan la larga mano del poder que siempre intenta condicionar y mediatizar los medios para que las cosas se cuenten como a ellos les conviene".

En este sentido, Navarro ha criticado que desde el poder "se trate a los ciudadanos como menores de edad", una situación ante la que la autora se "rebela como ciudadana y como periodista". "Cuénteme lo que sucede y yo sacaré mis propias conclusiones, no decida el efecto que va a provocar esta noticia en mí", ha demandado.

"Vivimos todos muy deprisa, no nos da tiempo a pararnos y reflexionar. Escuchar nos ayuda a poner el freno y a intentar plantearnos por qué pasa lo que pasa, nos lo preguntamos poco", ha defendido la autora, que ha animado a la sociedad a "hacer el esfuerzo de ponerse en la piel de las personas que lo han dejado todo" por "lo difícil que tiene que ser para ellos esa nueva vida".

Navarro ha destacado que una parte "fundamental" sobre la que se sostienen sus novelas ha sido gracias su formación como periodista: "Me ha dado herramientas fantásticas para construir mis historias, los periodistas conocemos a gente que de otras maneras habría sido imposible. Tenemos la oportunidad de conocer a tal volumen de gente que nos va dejando una experiencia en nuestro disco duro que, a la hora de crear, es una herramienta importante".

"EXCELENTE" SALUD DE LA LITERATURA

Acerca de la situación actual de la literatura en el Estado, ha valorado el aumento del número de lectores en los últimos años, por lo que ha manifestado que el "reto" ahora es "no volver a perderlos" para que "esas personas que se han acercado a los libros continúen ahí".

En este sentido, Navarro echa en falta una política cultural que "realmente fomente la lectura". "Estamos muy preocupados por las nuevas tecnologías pero poco por formar ciudadanos críticos, que se forman a través de la lectura y el estudio de las humanidades", ha afirmado.

No obstante, ha subrayado que, desde el punto de vista creativo, el panorama cultural actual en el Estado es "óptimo" y la salud de la literatura, "excelente". En este punto, ha celebrado la aparición y el desarrollo de "muchos nuevos escritores", así como el "cambio de la percepción de la literatura escrita por mujeres" después de años de mirada "paternalista y despreciativa, como si no pudiéramos escribir de nada interesante y solo de pájaros y flores".

"Esa percepción ha ido cambiado. Ahí está la cantidad de libros firmados por mujeres y que, además, son un éxito de ventas. Hay una nueva generación de jóvenes que se han acercado a la poesía, porque también hay una porque nueva generación de poetas", ha aplaudido.

BONO CULTURAL

Finalmente, sobre la iniciativa del bono cultural para fomentar el consumo de cultura por parte de los jóvenes, Navarro ha defendido que sería "mucho más efectivo" hacer inversiones "más grandes" como bonificar el acceso a la cultura de forma "sostenida y para todos", ya que en países como Francia, la propuesta que ha lanzado ahora el Gobierno español "ha fracasado".

"Habría planteado algo mucho más permanente a lo largo del tiempo, como descuentos cada vez que los jóvenes vayan al teatro, al cine o a conciertos de música clásica" para lograr unos precios "asequibles", ha asegurado, porque, a su juicio, "destinar una cantidad de dinero una vez está bien pero no resuelve el problema".