Dentro de una edición que, aunque marcada por la pandemia, está pudiéndose realizar con una estructura similar a la de años precedentes frente a lo que fue 2020, el paso de la Schubertíada por Valdegovía va afrontando su recta final. Pero hasta que el día 31 se baje el simbólico telón de manera definitiva, tanto hoy como mañana, el público va a contar con alicientes de sobra para poder disfrutar. Eso sí, quien no tenga sus entradas va a tener que esperar a mejor ocasión porque está todo agotado desde hace tiempo. No es de extrañar teniendo en cuenta los nombres protagonistas de ambos recitales.
El más claro ejemplo de ello va a llegar esta tarde en la iglesia de Bachicabo. Allí, a partir de las 20.00 horas, estará esperando a los espectadores el contratenor vitoriano Carlos Mena, quien contará además con la presencia de Daniel Zapico (tiorba). Canciones de Nauwach, Kittel, Erlebach, Albert y Hasse serán las que den forma y fondo al concierto, una nueva oportunidad de encontrarse con una voz reconocida y premiada.
Bajo el título genérico de Luces y sombras de la luna llena, el recital toma como punto de partida a Martin Opitz y la renovación que impulsó de la poesía germana en el siglo XVII. “Este poeta y teórico alemán estructuró las normas para asentar un nuevo estilo de poesía que supuso el principal sustrato para los compositores barrocos alemanes y elevar la poesía alemana a las más altas cotas de expresividad y belleza. La maravillosa época del lied del XIX no hubiera sido posible sin esta época barroca”, explican desde el certamen.
Ya mañana, a las 20.00 horas en la iglesia de Tuesta, será el turno para Christian Blackshaw, que compartirá con los presentes el Impromptus, D. 899 de Franz Schubert y la Fantasía en do mayor, op. 17 de Robert Schumann. Él, como recuerdan desde el festival, es “un pianista profundamente apasionado y sensible, siendo reconocido por la incomparable musicalidad de sus actuaciones”.