Ha sido reconocida con numerosos galardones nacionales e internacionales y traducida a quince idiomas. Estos días ha presentado El nido de la araña (Ediciones B), su nueva novela, un thriller trepidante y adictivo al más puro estilo Hitchcock en el que su profesión tiene mucho que ver a la hora del planteamiento.

¿Cómo fueron sus comienzos?

Soy un caso bastante atípico porque no sentí la pulsión de escribir hasta muy tarde, con casi treinta años. Eso sí, siempre he sido una lectora voraz, lo que considero requisito imprescindible para ser escritora.

¿Qué puede contar sobre su nueva novela?

Que es un thriller trepidante y adictivo (todos los lectores están de acuerdo en que les roba horas de sueño), una novela de suspense al más puro estilo Hitchcock, al que homenajeo, repleta de giros que sorprenden y con un final inesperado. Utilizo mis conocimientos como psicóloga para jugar con la mente del lector, anticiparme a sus hipótesis y reacciones para, sin que se dé cuenta, hacerle mirar en otra dirección y que no descubra las piezas que tienen delante todo el tiempo.

¿De dónde le viene la inspiración?

Es una chispa que puede surgir en cualquier parte, leyendo un libro o una noticia, viendo una serie de televisión, en una conversación con amigos, paseando por la calle€

¿Y cómo se documenta?

Depende mucho de la novela y del tema que vaya a tratar. Intento buscar bibliografía, recurro a Google y a personas expertas... En el caso de la novela policíaca planteo mis dudas a policías, y en el caso de la novela juvenil, a niños de esa edad.

Y los personajes, ¿cómo los moldea?

En mi caso surgen a la vez que la trama, unos y otros son inseparables dado que cada persona reacciona de un modo diferente ante una misma situación.

¿Sigue alguna rutina para escribir?

No sigo ninguna en concreto. Acostumbro a despertarme pronto, me preparo un té bien cargado y enciendo el ordenador. Empiezo releyendo las últimas páginas del día anterior y continúo. Una vez que consigo terminar un primer borrador, lo dejo reposar, se lo doy a leer a personas en cuyo criterio confío y después corrijo y corrijo hasta conseguir una versión lo más parecida posible a la que yo imaginé en mi mente.

¿Cómo soluciona un día de poca creatividad?

Nadando.

Ha escrito numerosa literatura juvenil, ¿realmente cree que los jóvenes leen?

No es que lo crea, es que estoy segura de que lo hacen, por lo menos hasta que cruzan la barrera de los doce/catorce años. En los primeros años de la E.S.O cambian la lectura por el móvil y los amigos, aunque muchos la recuperan en el bachillerato.

¿Son útiles los certámenes de novelas?

Para mí lo fueron. Cuando comencé a escribir y a publicar todavía no había llegado el gran boom de internet, de la publicación en redes, de Amazon€ Los certámenes eran el único recurso para una persona que, como yo, no conocía a nadie en el mundo editorial ni a ningún otro escritor.

¿Qué debe tener un buen escritor?

Supongo que es una mezcla de talento, técnica, constancia y, sobre todo y muy importante, tener algo que contar.

¿Cómo está el panorama editorial para tantos autores?

Lo que debe preocuparnos no es la cantidad de autores que publican sus libros. El problema se encuentra en el fomento de la lectura. Lo que hay que conseguir es que las personas se aficionen a leer.

¿Cree que existe una literatura para mujeres y que si el autor es hombre o mujer influye en el libro?

Me niego a creer que exista una literatura para mujeres, ¿acaso existe una literatura para hombres? ¿A algún escritor se le formularía esta pregunta? Las mujeres no somos un colectivo, somos la mitad de la población. Creo que en nuestra sociedad continúa imperando el sentimiento de que lo masculino es universal y nos engloba a todos, mientras que lo femenino es particular.

¿Las redes sociales facilitan la relación entre autor y lector?

Sin duda. A mí, particularmente, me resulta muy útil leer las opiniones y reseñas de los lectores, ese feedback al que antes solo tenía acceso en las firmas o en los clubes de lectura.

¿Quiénes son sus autores preferidos?

Soy bastante ecléctica en mis lecturas y me interesan muchos autores. En novela negra destacaría a Jane Harper, Fred Vargas, Pierre Lemaitre, Louise Penny, Benjamin Black, Lorenzo Silva, Alicia Giménez Bartlett y Olga Merino.

¿Cuándo le llegó el momento de poder vivir de esta profesión?

Con el éxito, tanto nacional como internacional, de la serie de literatura juvenil 75 consejos para sobrevivir, que se compone de diez títulos.

PERSONAL

Edad: 51 años.

Lugar de nacimiento: Barcelona.

Estado civil: Casada.

Signo zodiacal: Libra.

Formación: Licenciada en Psicología clínica y postgraduada en Psiquiatría, lo que se aprecia en su literatura.

Trayectoria: Es autora de los libros de cuentos Uno mismo y lo inesperado y Como entonces, de varias novelas, entre las que destacan Breve lista de mis peores defectos, Cómo sobreviví a la madre de Pavlito (sic) y Cuídate de mí y de la exitosa serie juvenil 75 consejos para sobrevivir. Ha sido reconocida con numerosos galardones nacionales e internacionales y traducida a más de quince idiomas.

EN CORTO

Una virtud: "La constancia".

Un defecto: "La impulsividad".

Un vicio: "Comer".

Una afición: "Nadar".

Qué valora de la gente: "Que me hagan reír".

Un libro: "Un lugar llamado Antaño, de Olga Tokarczuk".

Una película: "Vértigo, de Alfred Hitchcock".

Una comida: "La paella de bogavante".

Una bebida: "El vino tinto".

Un lugar para vivir: "Uno cerca del mar".