- La octava edición del Aitzina Folk está en su recta final. Esta semana acoge sus dos últimas citas con el público, aunque entre medio el calendario va a cambiar de año. Hoy, de hecho, el encuentro se producirá en el Principal, a donde acudirá Korrontzi para presentar Koplariak, un disco-libro creado junto al bertsolari, escritor e investigador Xabier Amuriza. Será a partir de las 19.00 horas, aunque todas las entradas -el covid-19 pone el límite en 400 pases como máximo- están agotadas desde hace semanas.
De todas formas, quien no pueda acudir pero quiera seguir contribuyendo al fin solidario del certamen puede hacer donaciones a través de Internet. Cabe recordar que todo lo obtenido con el festival alavés se destina a la investigación de la ataxia telangiectasia, una de las enfermedades denominadas raras con la que conviven dos jóvenes en el País Vasco. La obtención de financiación no está siendo nada fácil este 2020 a causa de la pandemia, lo que ha llevado a la formación de Agus Barandiaran a redoblar su colaboración. Así, todo lo obtenido también en las actuaciones de presentación en Bilbao y Donostia van a tener el mismo destino que la de Gasteiz.
Así que todo está preparado para disfrutar esta tarde en el escenario de la calle San Prudencio, en lo que va a ser, por cierto, su último evento de este año tan extraño. Casualidades de la vida, o no, la música en directo será protagonista en el arranque de 2021, aunque con dos propuestas bien diferentes, Izaro y la Joven Orquesta de Euskal Herria. Pero eso ya llegará sábado y domingo. Hoy toca asomarse a Koplariak, realizado a medias con el escritor, investigador y bertsolari Xabier Amuriza, contando con múltiples y destacados colaboradores. “Es un disco inspirado en las romerías de antaño y con el que hemos vuelto a los orígenes de la triki, a la copla”, explica Barandiaran.
“Tanto Korrontzi como yo en mi etapa anterior de trikitilari de pasacalles habíamos tocado y cantado coplas, pero el grupo no le había dado tanta importancia porque nuestro repertorio es instrumental en un 80%. Ahora volvemos a la triki y a la copla. Ya mi maestro, Rufino Arrola, siempre le dio importancia a cantarlas para que la gente las bailara. Hemos vuelto a los orígenes con el mayor referente actual, Amuriza, con coplas antiguas y otras compuestas por él”, apunta el creador sobre un trabajo que se puso de largo durante la pasada y singular edición de la Azoka de Durango.
Luis Peixoto (guitarras, zanfona y mandolina), Pirata (metales), Xabier Zeberio (violín), Iván Allue (alboka), Imanol Urkizu (pandero), Leire Berasaluze y Kristina Aranzabe (voces) son algunos de los colaboradores que han hecho posible este proyecto, que aunque aparezca en unas circunstancias muy mediatizadas por la pandemia, a buen seguro tendrá largo recorrido. Un camino en el que Barandiaran no quiere perder de vista la estrecha relación que mantiene con el Aitzina y el aporte que al certamen y su causa solidaria siempre hace. Esto cobra más importancia en este 2020 en el que el coronavirus está dificultando la labor del festival.
Desde hace ya varias semanas, las entradas para este concierto, la última cita del año en la calle San Prudencio, están agotadas
Los beneficios de los conciertos de presentación llevados a cabo también en Bilbao y Donostia se donarán al certamen alavés