Este 2020 que va caminando hacia su final tenía muchas fechas señaladas en la agenda de Mikel Gil. Algunos planes, por fortuna, han podido llevarse a cabo incluso en pleno confinamiento, como el lanzamiento a través del sello italiano Analytictrail Rec del trabajo Physical Sense, un espaldarazo internacional más que sumar a la larga y reconocida trayectoria del productor y Dj alavés. Y justo ahora ve la luz un nuevo EP, To be continued Pero es evidente que la pandemia ha supuesto una larga lista de cancelaciones de sesiones tanto dentro como fuera de los escenarios estatales.

De hecho, como él mismo reconoce, “en cuanto a la producción musical se refiere, en lo tiene que ver con el trabajo en el estudio, no hay duda que de que éste ha sido el mejor año. Es más, todos los temas que se han sacado, han estado en el top. Y al pasar tantas horas en el estudio, se está sacando mejor música tanto mía como de otros creadores. Pero es totalmente inviable seguir así un año más, con cero entrada de dinero mientras sigues teniendo gastos”. Por eso 2021 se perfila como fundamental y básico, aunque por ahora todo sean dudas e incertidumbres.

La confianza está en que a finales de verano o principios de otoño se pueda recuperar algo de camino. “Si en ese momento se puede trabajar lo suficiente para cubrir gastos y en 2022 volvemos a la senda de antes, me daré con un canto en los dientes. Pero doce meses completos de nuevo en blanco sería terrible para casi todos”. Para él, este 2020 iba a ser “con mucho” el año con más fechas para actuar “en festivales importantes” y clubs, aunque “tengo la suerte de que no ha habido anulaciones sino aplazamientos”. Aún así, “habrá que ver cuántos clubs, por ejemplo, pueden volver a abrir porque llevan desde finales de febrero pagando pero sin ingresar un euro”.

Además, que no haya sesiones impide también que los temas que van saliendo, “por muy buen trabajo que hagamos en el estudio”, no puedan tener demasiado recorrido al no haber Dj que los compartan con el público. “Antes de la pandemia, esto ya era un castillo de naipes que se sostenía pero que estaba en una situación demasiado precaria; lo que pasa es que el covid ha venido a tirar las cartas”.

Con todo, Gil no baja la cabeza. Todo lo contrario. Dentro de nada lanzará un nuevo tema, Loyalty, el recopilatorio VA02, que publica Tutu Records, del Dj y productor catalán Edgar de Ramón. Y su atención está centrada ahora mismo en To be continued, su nuevo EP, compuesto por dos temas. “Son melodías más largas, bombos más duros, un tema más ácido que el otro... Pero, sobre todo, este trabajo es volver al techno más underground. De ahí el título, por eso este trabajo se llama así, porque la música debe continuar a pesar de todo lo que está pasando”.

Tanto en esta producción como en la que llegará dentro de unas pocas semanas “lo que he hecho es ir a unas líneas más duras. Es un techno menos de pista de baile, por así decirlo, más underground”. De momento, la respuesta parece que está siendo más que positiva.

La pena es no poder compartir estas nuevas propuestas junto al público en un club. En este sentido, Gil reconoce que no ve muy clara la posibilidad de hacer sesiones con la gente sentada en mesas y sin poder moverse ni tocarse. “Hay cosas que no tienen sentido y que además son inviables económicamente. El club pequeño no va a poder funcionar si no está al 100% del aforo, ni él ni los artistas”, más allá de que “en mi opinión hay vivencias que o se pueden dar o no, y para eso o se está abierto por completo o se cierra”.

A la espera de ver qué sucede en los próximos meses, el productor y Dj sabe que “la gente está con ganas de volver, pero eso solo va a pasar si la seguridad con respecto a la pandemia está garantizada”. Lo que está claro es que “todas estas cosas del streaming y las sesiones domésticas pueden estar bien para algunos pero yo no lo veo”.