El festival Viphoto sigue sumando alicientes a pesar de que en este 2020 no va a poder llevar a cabo su programación tal y como se haría en un año sin pandemia. Si hace unos días abría en el Centro de Exposiciones de Fundación Vital la muestra RE, contando con la aportación de diez fotógrafos locales a partir de un taller celebrado el pasado mes de febrero, ahora es Montehermoso el que reclama también la atención del público, en esta ocasión de la mano de la creadora bilbaína Helena Goñi, ganadora de la primera edición del Baffest y una de las miradas jóvenes que más está llamando la atención en los últimos años.

De hecho, en Viphoto 2019, ella se hizo con la Ayuda a la Creación que otorgan el festival y el centro cultural, fruto de lo cual se presenta ahora la exposición Un océano muy frío, que se va a poder ver en lo alto de la colina desde este viernes hasta el próximo 17 de enero. "Apoyamos este evento, que busca promocionar la fotografía contemporánea como medio de expresión por el cual las generaciones actuales aportan su visión del mundo y de los relatos que en él acontecen", expresa la concejal de Cultura de Vitoria, Estíbaliz Canto.

La exposición recoge varios trabajos de vídeo y fotografía realizados a partir de materiales recopilados por la artista durante un viaje a Canadá en 2017. Las diferentes obras conectan al público con una serie de personajes, situaciones e historias que nos trasladan a un no-lugar, un espacio dominado por el imaginario onírico y en ocasiones, absurdo. También a una atmósfera de alguna manera atemporal y donde el paso del tiempo se rige bajo unas normas que son otras. Dicha atmósfera está presente de manera especial en una de las piezas, compuesta por un vídeo donde aparecen imágenes de un tren en movimiento, en el que no se aprecia mucho cambio más allá del color del cielo y una serie de fotografías mostrando diferentes momentos vividos en torno a ese viaje de tren que aparecen y desaparecen.

Goñi, que residió en la costa oeste de Canadá cuando era niña, realiza este viaje en el que durante dos meses cruza el país empezando desde la costa este, con la intención de reencontrarse con un lugar prácticamente desconocido para ella, pero que ocupa casi todos sus recuerdos de la infancia. "Seguí el deseo de volver a un país donde viví un año y medio y en el que sitúo casi todos los recuerdos de infancia. El verano de 2017 comencé un viaje sola por Canadá con el propósito de recorrerlo por tierra; con el tiempo estos recuerdos y la idea de este país se habían convertido en un lugar utópico de mi memoria al que recurrir. Un océano muy frío parte de la experiencia vivida en Canadá cuando tenía nueve años y ese viaje realizado en 2017", explica la autora.

"Desde el comienzo, mi intención no era viajar al pasado, sino reencontrarme con ese paisaje, sentir su vastedad. Comencé por la costa este y viajé durante dos meses hasta llegar a Victoria, en la costa oeste, que es donde había vivido. A raíz del viaje surgieron diferentes encuentros que me proporcionaron los materiales que desarrollaré en los próximos meses; principalmente, fotografías, texto y vídeo".