Donostia - El 55 Festival de Jazz de San Sebastián no sólo lo recordaran los aficionados por ser el de la pandemia de la covid-19, sino “porque ha sido una de las ediciones más brillantes y más extraordinarias desde el punto de vista artístico” de los últimos años, según aseguró su director, Miguel Martín.

El Jazzaldia cerró este domingo cinco días de música con menos conciertos, menos escenarios y el aforo reducido. Ayer, que tocaba hacer balance, Martín adelantó algunas novedades de la 56 edición, como los pianistas Herbie Hancock y Brad Mehldau y el cantante Gregory Porter, bien conocidos por el público donostiarra.

El vibrafonista etíope Mulatu Astatke, el multiinstrumentista francés Yann Tiersen, compositor de bandas sonoras como la de Amélie, y la joven saxofonista neoyorquina Lakecia Benjamin son otros nombres confirmados para 2021.

También acudirán músicos que habían sido anunciados para este año antes de declararse la pandemia y que finalmente no pudieron viajar a San Sebastián, como los cantantes Cecile McLorin-Salvant y Kurt Elling, aunque este con un proyecto diferente con el guitarrista Charlie Hunter, además de la pianista japonesa Hiromi, León Benavente y Vintage Trouble.

Se recupera, igualmente, a Simple Minds, que en este 2020 debería haber inaugurado el Jazzaldia desde el Escenario Verde de la playa, uno de los espacios que no se han instalado en esta ocasión.

Con Heineken, que por primera vez desde hace ya varios años ha dejado de ser el patrocinador principal, se sentaron los organizadores del Festival “para dar forma a la colaboración de 2021”, dijo Martín.

calificación En 2021 se recuperará a John Zorn, que con sus dos cuartetos Masada iba a ser uno de los protagonistas de este anómalo 55 Jazzaldia, en el que ha contado con músicos más cercanos, con los que el festival “ha logrado una intensidad de 13 sobre 10”, aseguró Martín.

Esa altísima nota se la otorgó el responsable del festival a Mariza, la cantante de fados portuguesa que el sábado “puso a todos la piel de gallina”, a Silvia Pérez Cruz y Marco Mezquida, que extendieron su concierto en 45 minutos, y al saxofonista y clarinetista vascofrancés Michel Portal, con su “despliegue de energía musical”, entre otros.

“Tanto cultura como salud van de la mano”, subrayó, al tiempo que puso en valor los “duros meses de trabajo” tras esta 55 edición que ha calificado de “medicinal para la ciudad, para el público y para el sector cultural” que es “estratégico” para San Sebastián. También destacó la “actitud ejemplar” del público. Sería “una enorme injusticia”, añadió, no subrayar tres propuestas encabezadas por mujeres, las de Matilda, Sara Mansilla y Les Fous, que tuvieron su sitio en las terrazas del Kursaal, donde, como el resto de escenarios, se habían reducido los aforos.

El director del Festival, que compareció en rueda de prensa junto al concejal donostiarra de Cultura, Jon Insausti, se mostró satisfecho por poder hablar de la edición de la covid-19 como de una celebración “segura”, en la que no se han registrado incidencias y en la que las condiciones meteorológicas no han podido ser mejores.

El Jazzaldia había hecho unas previsiones “muy seguras” para 2020 y finalmente la recaudación se ha elevado un tercio por encima de esos cálculos. Se han contabilizado algo más de 10.000 espectadores en los espacios de pago, lo que viene a corresponderse a la reducción del 50 % del aforo, ha precisado.

Para muchos músico y mucha gente del público, esta edición ha sido la de la vuelta a las actuaciones en directo tras el confinamiento y el fin del estado de alarma. “Eso ha cargado de emoción todos los escenarios”, subrayó Martín.

“Esta edición ha sido medicinal para la ciudad, para el público y para el sector cultural”

Director del Jazzaldia