- Comenzó en el campo del relato, donde no le fue nada mal ya que sus dos primeras obras fueron premiadas en diferentes certámenes. Pero descubrió la poesía en unas clases de escritura creativa y el contacto con este género "me llevó a querer hacer más, a desarrollar más, y eso que era algo que hasta entonces casi no había tocado", recuerda Karmele San Germán. De hecho, no para de crear y de leer, aspecto en el que asegura tener predilección por las mujeres escritoras, "que parece que siempre quedan escondidas cuando se habla de poetas", describe, al tiempo que menciona nombres de referencia para ella como el de Gloria Fuertes.
Por eso, cuando el covid-19 apareció en la vida de toda la sociedad, fue en la poesía donde encontró un buen refugio. "Ha sido como una forma de desahogarme" apunta quien a lo largo de los meses de confinamiento ha estado generando una serie de poemas en los que ha ido reflejando los distintos estados de ánimo, reflexiones, pensamientos y sentimientos generados mientras ha durado el estado de alarma decretado el pasado 14 de marzo.
Del 15 de aquel mes en que todo cambió data la primera creación. Del 21 de junio en el que las autoridades levantaron la medida excepcional es el último de los textos. Entre medio, una veintena de poemas que fueron naciendo entre Castro Urdiales y la capital alavesa. "Hemos tenido un confinamiento demasiado especial", dice ahora con una sonrisa, aunque en realidad estos meses guardan no pocas incidencias personales. "Entre medio fui escribiendo poesía. El silencio de las calles, los aplausos€ todo, me llevó a hacer poesías".
Ahora, cuando van pasando las semanas y la llamada nueva normalidad se impone, San Germán reconoce una sensación que, en realidad, es compartida. "Vuelvo a leer los primeros poemas que escribí hace cuatro meses y parece que en realidad han pasado cuatro años. Queda como muy lejano". Eso sí, ante lo que pueda pasar en el futuro más cercano, desea "no tener que volver a hacer" otro poemario con el covid-19 como protagonista directo o indirecto. "Esto ha sido como una guerra sin bombas. Pero ahí ha estado la poesía para acompañarme. Me he refugiado en ella" para hablar del deseo de libertad, de las colas para comprar, de la desescalada, de la clase política... y del propio virus.
"No ha habido reglas, he ido haciendo según lo que viniese, dejándome llevar por los momentos que vivía, por los sentimientos que tenía. Los estados de ánimo han ido cambiando a lo largo de estos meses y eso se nota en los poemas", en una propuesta dominada por la pandemia, aunque en paralelo ha seguido creando sobre otras temáticas, también para volver a participar en la edición virtual de Poetas en Mayo, un festival al que se siente muy unida, aunque este año haya sido "raro" teniéndose que vivir a través de internet.
Aunque su obra ya ha sido publicada en libros colectivos y ella ha tomado parte en recitales junto a otros autores, dice no sentirse cómoda en solitario. Por eso, de momento, este poemario del confinamiento espera a saber si será publicado.
En paralelo, la escritora también tomó parte en la última edición de un Poetas en Mayo "raro" a causa del covid-19
"Cuando ahora leo los primeros poemas que escribí parece que han pasado cuatro años en vez de cuatro meses", dice la autora