- "Un museo no es una tienda", dice Ángeles Gonzalez-Sinde cuando se le pregunta si el Reina Sofía, cuyo patronato preside, abrirá alguna franquicia al estilo de otros museos internacionales. El arte, asegura, no es ornamento, sino "una herramienta de conocimiento" en tiempos difíciles. Exministra, cineasta y escritora, Ángeles González-Sinde inicia ahora una nueva etapa como presidenta del patronato del Museo Nacinonal Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS), un trabajo que ve como un "premio" para seguir aprendiendo.

El principal reto ante la actual crisis es "atraer al visitante nacional", que el museo "se vincule" más estrechamente con la sociedad en la que se vive, explica. El Reina Sofía tiene parte del trabajo hecho, asegura, desde su departamento de actividades públicas, pero queda por hacer. "Es necesario superar esa barrera que el arte contemporáneo tiene para muchas personas, la idea de que si no eres un experto no perteneces a este espacio", explica.

Además de tratar de acercar a nuevos visitantes nacionales, el Reina Sofía tiene un gran desafío más inminente: acaba de iniciar las obras de su nueva ampliación, que sumará una veintena de salas a su recorrido y alojará en ellas la parte de la colección dedicada a arquitectura y el arte más reciente.

¿Una ley de mecenazgo conseguiría atraer más inversión privada al mundo del arte? A su juicio, este tipo de incentivos choca con "la filosofía fiscal española. No creemos en la filantropía, sino en arrimar el hombro como contribuyentes a una bolsa común que luego se distribuye", asegura. Además, en tiempos de dificultad "es más difícil" convencer a Hacienda de las bondades de ese tipo de medidas. "Sería bueno tener beneficios fiscales, pero seamos realistas, algún motivo debe haber para que gobiernos de derechas e izquierdas no lo hayan aprobado", señala.