Más de 800 creadores, trabajadores y personalidades del sector cultural vasco se han adherido hasta este lunes a la huelga digital convocada en Euskadi el 21 y 22 de abril para denunciar la situación en que ha quedado el sector por la cancelación de todas las actividades y programaciones culturales previstas por el coronavirus. Los firmantes llaman a no compartir esas dos jornadas en internet ningún contenido cultural, piden medidas urgentes y una reflexión sobre el valor social de la cultura y el modelo".
El manifiesto denuncia que esta crisis sanitaria ha acentuado la precariedad y las malas condiciones laborales del sector y pide a todos organismos públicos medidas "urgentes". También hace un llamamiento a convocar una mesa sectorial cuando sea posible con agentes culturales, asociaciones culturales, intermediarios instituciones y empresas para abordar las necesidades del sector ante las consecuencias económicas de esta pandemia para su actividad.
Los firmantes de la iniciativa de huelga digital proponen y se comprometen este martes y el miércoles a "desaparecer y no tomar ninguna iniciativa en los medios ni a transmitir actuaciones en vivo o compartir contenidos culturales por la red para bajar el telón y silenciar su voz para que se les pueda escuchar".
Los convocantes llaman a la ciudadanía a abrir un debate y proponen un ejercicio de reflexión sobre "el valor de la cultura y su importancia en la vida cotidiana, su consumo la situación de precariedad cultural en la que se encuentran los creadores por sus malas condiciones de trabajo".
A su vez, hacen un llamamiento a los organismos públicos a que respondan a la emergencia causada por el coronavirus con medidas urgentes y propuestas a medio y largo plazo para abordar las principales necesidades del colectivo.
Según explican, van a presentar estos dos días una serie de preguntas y sugerencias para reflexionar sobre como esta suspensión de programaciones "están penalizando severamente el ecosistema de la cultura vasca".
En su opinión, "es hora de cambiar el paradigma, de cambiar el patrón, sobre todo porque "en esta época de confinamiento, son muchas las iniciativas culturales que se difunde en redes telemáticas y en los medios de comunicación".
"Los conciertos en directo, retransmisiones, recomendaciones de lectura, clases de danza, casi todos, gratis" y los creadores, conscientes de la actual situación, comparten generosamente sus obras con los ciudadanos, pero, a cambio, quieren pedirles estos dos días que reflexionen sobre el valor social de la cultura".
Día después
La iniciativa plantea también preguntas acerca de "qué va a pasar cuando concluya el cierre, cómo se va a reorganizar la estructura cultural y que van a proponer los organismos públicos para afrontar ese día después".
Ese triple objetivo de generar una reflexión, exigir medidas urgentes, y la creación de una mesa sectorial ha sido respaldado ya, hasta ese lunes por más de 800 agentes, creadores y profesionales del sector cultural vasco, que se han adherido a la iniciativa de 'Kulturgintzan' y denunciar la situación que viven y exigir medidas urgentes.
Entre los firmantes se encuentran músicos, escritores, actores, productores, programadores y promotores de la escena cultural vasca, entre ellos Agerre Teatroa, Ana Pimenta, Anari, Edorta Jimenez, Eñaut Elorrieta, Fermin Muguruza, Gatibu, Gontzal Mendibil, Gorka Urbizu (Berri Txarrak), Gotzon Barandiaran, Hasier Oleaga, Hortzmuga, Iker Lauroba, Iñaki Salvador, Jasone Osoro, Jon Maia, Joseba Irazoki, Josu Zabala (Hertzainak), Klara Badiola, Mikel Markez, Mikel Martinez, Mikel Urdangarin, Miren Agur Meabe, Miren Amuriza, Oskorri, Pabellón 6, Petti, Rafa Rueda, Ramón Aguirre, Ramón Barea, Ruper Ordorika, Ttanttaka o Xabi Solano (Esne Beltza), entre otros.