Vitoria - Dentro y fuera de la escena pueden suceder muchas cosas que no están en el guión. Tomás Fernández Alonso lo sabe bien. En una de las giras internacionales de Paraíso, la gripe aviar se cruzó por medio y tanto él como Ramón Monje tuvieron que regresar a casa desde México. De hecho, ambos acaban de volver hace un par de días de Italia, de recorrerse el país de arriba abajo con la versión en italiano de Pulgarcito. Han librado la aparición del coronavirus Covid-19, aunque parece que la enfermedad puede que se cruce en la senda del grupo más pronto que tarde.
Desde hace años, la compañía Premio Nacional de Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud desarrolla una intensa actividad más allá de las fronteras estatales que no sólo se traduce en diferentes tours, sino también en el desarrollo de distintos programas, encuentros, participaciones en jornadas técnicas... En este 2020, eso sí, las giras piden paso y tras pasar por el país transalpino con Pollicino (que es como se ha llamado allí a Pulgarcito), las maletas no se recogen puesto que el equipo del premiado y viajado montaje Kubik toma el relevo para acudir a Francia. Eso va a suceder ya, mientras que para mayo está previsto que sea el espectáculo Xocolat el que pida la tarjeta de embarque para acudir a Bélgica, con la esperanza de que, tras el verano, pueda cumplir con las representaciones previstas en China, aunque aquí, de nuevo, el famoso coronavirus puede alterar lo establecido.
Con todo, el contacto con el país asiático ya está teniendo un momento previo puesto que Paraíso ha realizado una serie de audiovisuales que ha mandado ya para "transmitir nuestro ánimo a las familias", según explica Pilar López, coordinadora de la compañía asentada en Abetxuko.
Así discurrirán los planes internacionales de Paraíso que en Italia ha conseguido una importante repercusión con Pollicino. Como ya contó este periódico en mayo del año pasado, el montaje consiguió en primavera de 2019 el Premio Eolo al mejor espectáculo extranjero -entregado en el contexto del Festival Segnali de Milán- en el marco de una gira compuesta por 12 funciones realizadas en localidades como Manfredonia, Gioia del Colle, Novoli y Vicenza. Como consecuencia, el grupo ha regresado ahora para ofrecer otras 37 representaciones. "Ha sido una experiencia muy gratificante, también porque conoces otras formas de trabajo", apunta Fernández Alonso, que reconoce que el hecho de hacer la obra en italiano es todo un reto "porque al principio crees que es un idioma parecido al castellano, pero de eso nada; es un campo de minas", sonríe.
Ahora es su compañera Rosa A. García la que toma el relevo en este ir y venir. Kubik, que ya ha pasado por países como Estados Unidos, Irlanda o Rumanía, viaja ahora a las regiones de Loira y Normandía para compartir un total de 21 funciones con los espectadores más pequeños. "Estas giras son una vivencia en sí mismas porque también a nosotras nos ayudan a ver cómo se programa en otros lugares, a ser público de otros espectáculos que se puedan estar representando en las ciudades que visitamos. Eso es muy enriquecedor", apunta la actriz.
Eso sí, no va a tener mucho tiempo de descanso puesto que tras este tour inminente, en mayo llevará Xocolat al Festival Pépites 2020 de Bélgica, uno de los primeros que nacieron en Europa, siendo un motor importante de difusión para la pequeña infancia". Si todo va bien, será en octubre cuando la misma producción viaje a China para ofrecer otras 12 representaciones.