Vitoria - Puede parecer mentira teniendo en cuenta la larga e intensa trayectoria que Rafael Riqueni ha construido desde que era casi un niño, pero solo en una ocasión el guitarrista sevillano ha estado tocando en Vitoria. Fue, eso sí, una fecha especial. Son muchos los que todavía guardan en la memoria el concierto que el maestro Enrique Morente ofreció en el Festival de Jazz de la capital alavesa ante un Mendizorroza abarrotado. Fue un 15 de julio de 2006. "Me acuerdo mucho de aquel concierto. De hecho, hay un vídeo en Youtube del que me siento muy orgulloso. Enrique estaba fantástico" recuerda el músico, que hoy ofrecerá en Vitoria el segundo recital de su trayectoria.

Lo hará para inaugurar la vigésimo tercera edición del ciclo Flamenco del Siglo XXI, que va a estar dedicada a la figura del cantaor, ahora que se van a cumplir diez años de su desaparición. Como suele ser habitual, el encuentro con el público del guitarrista se producirá sobre el escenario del Jesús Ibáñez de Matauco (centro cívico Hegoalde) a partir de las 20.30 horas, un teatro que va a presentar su mejor cara puesto que casi no quedan entradas la venta, aunque alguna todavía se puede conseguir por 15 euros. "Siempre que llegas a un sitio que está completo sientes una gran alegría, es un éxito añadido, un regalo. Vengo de actuar en el Lope de Vega de Sevilla también con todo vendido y es una sensación increíble", apunta quien, en breve, va a llevar su música a Amberes, Ámsterdam y Róterdam, por ejemplo.

Pero antes de que se eso llegue, esta tarde la parada obligada es en Gasteiz para poner en marcha la veterana propuesta organizada por Antonio Benamargo con la que la Red de Teatros de Vitoria pone en marcha la programación invierno-primavera. Un ciclo que en los últimos años gusta de tener siempre una jornada dedicada de manera específica a las seis cuerdas. Eso sí, luego serán los cantaores los que tomen el protagonismo. Este mes seguirán la senda de Riqueni las voces de Pedro El Granaíno (15) y Marina Heredia (29), para dar paso en marzo a David Palomar (14 de marzo) y Cancanilla de Málaga (28). Se configurará así una propuesta que siempre cuenta con una buena respuesta de los espectadores y que, en todos los casos, se vivirá en las tablas de Hegoalde.

En lo que respecta a Riqueni, su paso por Vitoria servirá para presentar su último trabajo discográfico, Herencia. "Se echa en falta en la escena de hoy la guitarra desnuda", algo que el intérprete reivindica con esta gira y este álbum, así como la herencia de quienes le han precedido. "El disco es una vuelta a los orígenes para tocar las bases del flamenco" define, al tiempo que asegura que "hay que ser agradecido con el legado que nos han dejado pero llevándolo a nuestro terreno".

En este sentido, el también compositor mira a las siguientes generaciones con cierta distancia. "Hoy todo es correr, es poner la técnica al servicio de la musicalidad. Pero a mí no me interesa correr, ya no quiero ir al límite". De hecho, apunta que "los guitarristas de hoy tocan muy técnico pero eso no es suficiente", es necesario "conocer las bases" pero también vivir y tocar en diferentes formatos. "Ya no se toca en las fiestas, que es nuestra tradición. Y lo siento, pero también hay que emborracharse y sentir estas cosas porque eso se nota en el toque después", reclama. Al fin y al cabo, es la voz de la experiencia de quien lleva tantos conciertos en sus manos, un listado al que esta tarde sumará una nueva actuación en Vitoria.