Vitoria - Cerca de cumplir dos décadas de camino, Alex, Haimar, Gaizka y Mikel vuelven esta semana a la capital alavesa con su último disco. Costará volverles a ver en directo, como avisa el cantante de Gatibu, así que la ocasión se presenta como única. Será este viernes en la sala Jimmy Jazz, que abrirá sus puertas a las 21.00 horas, estando las entradas disponibles por 17 euros en venta anticipada y 20 si se espera a pasar por la taquilla.
Después de casi un año de andadura de ‘Azken indioak’, ¿qué sensaciones les está dejando el disco?
-Muy buenas. Este disco ha sido un espaldarazo al trabajo de estos años. Creo, de hecho, que este trabajo nos ha llevado a dar un salto. También los números nos dicen que el álbum se ha vendido muy bien y que parece que la gente lo ha cogido con muchas ganas.
Pero al principio, por las novedades que introducía el trabajo, ya comentaban que estaban muy a la expectativa de qué podía pasar. ¿El susto se pasó rápido?
-Sí, sí. Pero sabes bien cómo va esto, el susto se te pasa justo, justo hasta el siguiente disco (risas). Hombre, siempre hay que evolucionar y cuando quieres hacer algo nuevo, arriesgarte, la duda está ahí de manera constante. Pero eso es bueno también. El que no arriesga no mama. Vale, es complicado, pero es bonito y la verdad es que con este disco estamos muy a gusto.
Salió el disco y no han parado. De hecho, hasta fin de año la agenda está servida. ¿Cómo se plantea 2020, que es un año de cumpleaños para la banda?
-Estas últimas fechas del año las queremos disfrutar a tope. Claro, como dices en 2020, el grupo cumple su vigésimo aniversario y creo que el planteamiento que haremos será algo diferente. Pero esto es como una canción, que si llegas con dudas a una parte que haces bien, va a salir mal sí o sí. Así que queremos centrarnos en estos conciertos, hacerlo lo mejor que podamos, y luego ya poner la cabeza en lo que vayamos a hacer el próximo año.
Dos décadas... ¿ya nos estamos haciendo viejos?
-Yo vengo siendo viejo desde hace ya tiempo (risas). Va, pero esto no tiene que ver con la edad, es cuestión de plazos, de dar tiempo a las cosas, de cogerlas con ganas y que lo que trabajes, lo hagas bien.
Pero cuando se piensa en aniversarios y estas cosas, ¿entran nostalgias o...?
-Todavía nos queda mucho. La nostalgia llegará cuando la música ya no esté, pero no es el caso. Estamos en ese momento en el grupo en el que sabemos que hay que hacer futuro, que el pasado ya está hecho y nos apetece tirar hacia adelante.
Volviendo al concierto, alguien que estuviera en diciembre en la Jimmy puede pensar: me van a dar el mismo concierto...
-¡De eso nada!. Siempre vas cambiando cosas y evolucionando. Además, te digo de verdad, estamos mejor en los temas nuevos de lo que estábamos al principio. El grupo está más dinámico, más puesto. Además, somos de los que llegamos al local, decidimos que hay que cambiar dos o tres temas y lo hacemos sin problema. No me acuerdo de todo el repertorio de diciembre, pero ya te digo que va a ser diferente.
Tantos conciertos desde aquel hasta ahora y uno tiene que girar la cabeza y empezar a cansarse de ver las tres mismas caras...
-(Risas) A veces sí... y a veces no.
¿Los mejores momentos en la furgoneta o en el escenario?
-Las risas en la furgoneta. En el escenario... es que las sensaciones son otras muy distintas. Si fuéramos cómicos estaríamos igual en los dos sitios (risas). El escenario te llena de vida, es algo que no se puede describir con palabras.
Entiendo por lo que decía antes que volverles a ver en directo en Gasteiz costará tiempo...
-Sí, creo que sí. De hecho, ya te digo que yo iría a la Jimmy (risas). El plan puede que vaya por ahí, por no tocar por aquí. Tenemos ganas de girar fuera, por Europa.