Vitoria - La jornada laboral está empezando, aunque, eso sí, son casi las diez de la noche. Mientras la oscuridad se apodera a marchas forzadas del exterior y la gran mayoría de las oficinas y edificios del Parque Tecnológico de Álava permanecen en silencio esperando la llegada de un nuevo día, en la calle Hermanos Lumière la actividad no cesa. Oculto, el nuevo cortometraje de Imanol Ortiz López, está tomando forma. De hecho, el rodaje que comenzó el domingo ha concluido esta madrugada ya que en todo momento se ha trabajado en horas sin luz.
Alba García (que consiguió su primera nominación a los Goya como mejor actriz revelación por su interpretación en Verbo), Daniel Albaladejo (cuya trayectoria en el teatro, el cine y la televisión sería imposible de resumir en pocas líneas aunque haya que mencionar trabajos como Camera Café o el Reikiavik de Juan Mayorga, con el que realizó su última visita al Principal vitoriano), Isabel Gaudí (Ana y los siete, Cuéntame...) y David Blanka (que también cuenta con una amplia experiencia en los diferentes medios a pesar de su juventud) son los cuatro intérpretes que dan vida a este thriller.
“Es un fastidio porque no podemos contar casi nada”, ríe Gaudí, que el lunes, por ejemplo, empezó su jornada laboral a las ocho de la mañana en Madrid, en Prado del Rey, grabando un doblaje para TVE, para después coger un coche y venirse a Gasteiz, ponerse a las órdenes de Ortiz López durante toda la noche y regresar ayer por la mañana a la capital estatal. “La verdad es que rodar de noche está muy bien pero sí es cierto que luego te tiras dos días que parece que tienes jet lag. Se te hace un poco complicado volver a adaptarte”, añade Blanka.
Aún así, ambos, mientras esperan su momento para ponerse delante de la cámara, describen que el guionista y director está consiguiendo componer un trabajo “con tramas muy sólidas, contundentes y extremas. Los nuestros son personajes que viven situaciones extremas, que están en un punto de no retorno en su vida”. En este sentido, el propio autor admite que “me apetecía hacer un ejercicio de tensión ya que nunca lo había hecho. Esto es un thriller puro y duro y lo es desde el primer segundo”, aunque también prefiere guardarse las cartas de un argumento con un trasfondo muy cercano en lo geográfico y temporal, una historia sobre el concepto y el sentimiento de lo que cada uno puede entender por justicia.
Sin descanso Un pequeño paréntesis para comer -o mejor dicho, para cenar- permite que parte del equipo de rodaje, que entre el personal técnico y el reparto ronda la treintena de participantes, se relaje algo, aunque en cualquier punto de la zona de entrada del edificio central del Parque es fácil encontrarse a quien no para, ya haya que acondicionar un ascensor para rodar dentro de él, comprobar el estado de una cámara o dar los últimos retoques a una prueba de peluquería para que el realizador de su visto bueno.
“Se supone que estamos en un rascacielos de entre 25 y 30 pisos de altura”, dice Ortiz López. La magia del cine juega su papel, claro. “Espero que cuando se estrene -aunque todavía no hay fecha fijada para ello- la reacción de la gente al ver Oculto sea que arañe la butaca”, más allá de que el director esté convencido de que habrá quien “me vaya a dar palos por el trasfondo de la historia”. Ya se verá. De momento, ahora llegan las labores de postproducción de un trabajo que rondará los diez minutos, una producción de la alavesa Amania Films junto a otras colaboraciones y la ayuda tanto del Ayuntamiento de Gasteiz como de la Diputación Foral de Álava y el Ministerio de Cultura.
Desde las diez de la noche hasta pasadas las seis de la madrugada (es decir, más o menos cuando la luz empieza a dominarlo todo), las tres noches de rodaje han sido sin descanso, aprovechando, sobre todo, la coincidencia de las agendas tanto de los intérpretes como del equipo técnico. “Es un proyecto muy bien armado por parte del director, muy contenido, con muy poco diálogo. Es más de acciones. Imanol es de los que piensa que mejor que cuente la cámara”, remarca Blanka. “Yo soy eminentemente narrativo”, apunta, por su parte, el realizador. “Es un corto oscuro, cerrado, en un clima en el que todo se fagocita a sí mismo”, resume Gaudí, quien se ha convertido ya en una habitual de los proyectos de la productora alavesa: “para mí David Pérez Sañudo es como mi hijo adoptivo desde que hace muchos años trabajé con él en Agur y donde me llama, yo voy. Todo lo que es Amania me da mucha seguridad y confío mucho en lo que hacen”.
La rueda no para De hecho, Ortiz López y la firma alavesa tienen ahora mismo en cartel el último corto estrenado por el realizador, Moda, que también se rodó en Vitoria, más en concreto en el edificio de La Azucarera. “Es una obra que sigue funcionando tanto aquí como en festivales de otros países. Igual no es de los diez cortos del año pero no le está yendo nada mal”, comenta su creador, que también con Oculto busca cambiar un tanto el paso de comedia marcado por su anterior argumento. “Los proyectos de largometraje que me apetecen ahora están relacionados con el thriller, la fantasía, el terror? Claro, cuando te enfrentas a los productores para buscar financiación, todos te dicen: es que lo último que has hecho es una comedia”.
De hecho, mientras un trabajo sigue su camino y el otro entra en su fase final, no hay descanso porque la que con toda probabilidad sea su primera película, Disforia, reclama mucha atención ya que el objetivo es rodar el próximo año. “Creo que cuando en tu ópera prima apuestas por hacer historias pequeñas en las que el presupuesto sea contenido, las cosas suelen ir bien”.