Vitoria - La actual edición del ciclo Grandes Conciertos vive mañana su tercera cita, proponiendo al público un espectáculo muy especial y multidisciplinar propuesto por la reconocida y prestigiosa compañía Soqquadro Italiano, que acude a la capital alavesa para presentar su proyecto Stabat Mater. A Vivaldi Project. No es habitual que estas actuaciones para el público adulto se produzcan en domingo, pero es evidente que la programación invierno-primavera de la Red de Teatros no podía dejar escapar la posibilidad de contar con esta propuesta sobre las tablas del Principal. Todavía quedan entradas a la venta por 32, 21 y 18 euros para asistir a un recital que arrancará a las 20.30 horas.
“Podríamos describir Stabat Mater. A Vivaldi Project como una especie de ópera, o mejor aún, como un espectáculo de teatro musical en el que el baile, el canto, la interpretación y la música se mezclan de manera orgánica y natural. La música de Vivaldi es realmente extraordinaria: hoy, como ayer, está tan viva que incluso si se descompone en sus elementos, se reescribe, se reduce a fragmentos o se reproduce electrónicamente, no pierde su carácter distintivo , ni su inconfundible calidad teatral. Así que hemos elegido todos estos modos para contar la historia de la Madre, adoptando una perspectiva que es definitivamente más espiritual que religiosa”, explica Claudio Borgianni, responsable de la dramaturgia y de la dirección del montaje. Él y el cantante y bailarín Vincenzo Capezzuto son las dos bases sobre las que se asienta Soqquadro Italiano, un proyecto cultural creado a principios de esta década a raíz del interés común en la música, el teatro y la producción artística italiana entre los siglos XVI y XVII.
“Éste es un trabajo que pone en escena todas las emociones que un ser humano puede sentir”, dice Capezzuto. Una producción en la que la figura de “la madre a los pies de la Cruz” sirve para representar al ser humano actual “viviendo en la desorientación de nuestra vida cotidiana. Vivimos en una época de cambio constante, buscando siempre un nuevo equilibrio, nuevas certezas, en una realidad donde todo se vuelve a dibujar, se mezcla y reescribe, en busca de una conciencia, una imagen de nosotros mismos para poder proyectar en el futuro”.