Vitoria - Será Rafa Rueda quien abra la noche en el escenario de la calle Coronación. Después, junto a Arkaitz Miner, Hasier Oleaga y Lutxo Neira, Ruper Ordorika regresará a una Gasteiz que conoce a la perfección, entre cuyas calles ha vivido y creado. La sala Jimmy Jazz abrirá sus puertas hoy a las 21.00 horas, estando las entradas por 14 euros en anticipada y 16 si se pasa por la taquilla.

De nuevo por Vitoria...

-Sobra decir que es una plaza importante para nosotros. Por lo menos una vez al año me gusta actuar allí. Ahora no es así, pero sabes bien que durante tiempo estuve viviendo en Vitoria y tocando con músicos vitorianos. Además, Jimmy Jazz es un sitio que siempre está atento a lo que hago.

Llega después de haber estado grabando dos conciertos consecutivos hace nada en Bilbao. ¿Eso significa que habrá disco en directo para el año que viene?

-Sí, sí, para finales de 2019, lo más seguro. Son fechas en las que van a coincidir una serie de celebraciones (risas). La idea es publicar tanto en CD como en vinilo.

Lo más reciente es ‘Bakarka’, aunque esta noche no viene solo, sino acompañado.

-Soy consciente de que el formato de Bakarka todavía no lo he llevado a Vitoria, pero en 2019 espero poder llevarlo. Con la banda hemos estado revisando mucho el repertorio para los directos que hemos grabado y es posible que esta noche incluso metamos más novedades. Es que hay ya mucho donde elegir (risas).

Además, igual Rafa Rueda se anima después de su concierto a tocarse algo con usted.

-Espero que sí. Rafa lleva mucho tiempo en esto, tanto con su proyecto como colaborando en otras historias y me gusta la idea de que compartamos cartel en Gasteiz.

La música de Ruper es la misma, pero ¿las sensaciones tienen que ser diferentes tocando con la banda que en solitario, no?

-Es completamente distinto. La pretensión, cuando tocas con un grupo, no es decir: aquí está Ruper con unos músicos a los que manda unos arreglos. La cuestión es buscar un espacio propio al que llegas con la suma de todos. El lugar donde te colocas para cantar es otro. Quien está frente al público es la misma persona interpretando, en varios casos, las mismas canciones pero pensadas, hechas e interpretadas de maneras bien distintas. Jimmy Jazz es un espacio, además, para la propuesta en grupo. La relación con la gente en el formato en solitario es totalmente diferente.

Hablaba antes de que a finales del próximo año van a darse algunos aniversarios y de ahí las grabaciones en directo... De hecho, se van a celebrar 40 años, que se dice muy pronto, de sus primeros pasos en esto de la música.

-Hautsi da anphora, mi primer disco, salió en el 80. Allí estaban varios músicos de Vitoria o que entonces vivían allí como Ángel Celada, Josu Zabala, el fallecido este año Xabier Olloqui... Aunque en aquella época yo vivía en Bilbao, el disco se preparó en Vitoria y con gente que estaba allí. Ha pasado ya tiempo...

¿No le da un poco de vértigo mirar cuatro décadas atrás?

-Tampoco me lo planteo en esos términos. Esto es un aprendizaje para mí. En la música siempre me queda por hacer. No sé si afortunadamente, pero en muchos aspectos de mi vida me siento igual, y en la música sigo buscando un sonido, un lugar para las canciones. Todo lo que haces, con unos y con otros o en solitario, va dando densidad a tu propuesta.

No dudo que esa búsqueda de sonido siga, pero ¿hay una marca de la casa clara en su música, no?

-Supongo que sí que existe, pero una cosa no quita la otra. En mi primer disco estaba en la misma búsqueda en la que me encuentro ahora. Formalmente puedes variar mucho y, de hecho, lo haces. En cada álbum tratas de ir a lugares diferentes, aunque estoy seguro de que hay cosas que permanecen. Hay hilos conductores, objetivos e intereses que mantienes, la elección del euskera para escribir las canciones, mi gusto por la literatura... La canción es algo muy primitivo, todas las tribus la practican. Nosotros somos un eslabón en todo eso.

Aunque ‘Bakarka’ acaba de salir y está la edición de ese disco en directo el año que viene, seguro que el ritmo de generar nuevos temas no está detenido. ¿Está pensando en publicar nuevo álbum o mejor centrarse en lo que ya está en marcha?

-Siguen saliendo nuevas canciones, claro, pero hay que esperar. Con Bakarka hemos trabajo mucho, se ha cuidado de manera muy importante el sonido. El disco está funcionando muy bien y fuera de aquí estoy dando muchos conciertos en solitario. Con el de directo, sí, hemos grabado los dos conciertos que decíamos antes, pero no hemos hecho nada más. Eso va a llevar su proceso. Las canciones nuevas van saliendo, pero, si te digo la verdad, ahora mismo no tengo ni idea de cómo voy a organizar todo. Iremos poco a poco (risas).