Barcelona - La ilustradora y dibujante barcelonesa Maria Rius, Premio Nacional de Ilustración 2018, asegura que está muy ilusionada y emocionada por el reconocimiento que otorga el Ministerio de Cultura y Deporte, especialmente porque desde los doce años se dedica a este ámbito, “aunque ahora -dice- ya no veo muy bien”.

La artista catalana, distinguida por su “extensísima trayectoria, por la atemporalidad de su obra, por el carácter sereno de su ilustración”, ha comentado que la ilustración ha sido “la base” de su vida, impactada en sus primeros años por libros como los de Pere Torné Esquius.

cinco décadas Siempre con un lápiz en la mano, unas acuarelas o con cajas de colores en su mesa, en la que tampoco ha faltado nunca el papel, Maria Rius ha indicado que el último trabajo suyo, que se presentará dentro de unos días en Barcelona, es Les finestres de la Maria, con texto de Joaquim Noguero, con el que celebra sus 80 años y las más de cinco décadas de profesional de la ilustración.

Afirma que será el último que publicará e indica que en la obra explica toda su peripecia vital, desde que nació en plena Guerra Civil en Sant Pere de Riudebitlles (Barcelona), en el año 1938, mirándola a través de diferentes ventanas, desde la casa natal de este pueblo hasta su hogar actual, frente al mar en la capital catalana.

Su madre, que era maestra, le explicaba que nació sietemesina, en una época de bombardeos, y después, con la familia -al padre le requisaron su taller- fueron a vivir a Esparraguera (Barcelona), desde donde seguía imaginando el mundo a través de una ventana.

A través de una ventanilla vio Suiza, donde estudió diseño, y Alemania, donde se centró en el grafismo.

Preguntada sobre cómo ve las nuevas generaciones de dibujantes, Rius, que fue la primera en crear una escuela de ilustración en España, dice que “hay jóvenes que saben mucho, aunque, ahora con tanto internet y teléfono móvil, quizá se publican menos libros que antes”.

Sin embargo, “aunque la informática lo haya cambiado todo, tengo alumnos que también trabajan muy bien con las nuevas tecnologías”.

Por otra parte, recuerda que durante años trabajó mucho para los libros escolares, “algo que no es muy visible, aunque lo utilicen muchos niños a lo largo de generaciones”.

Respecto a si tiene algún libro preferido de los 370 que ha publicado, indica que es muy difícil escoger alguno, pero entre los que cita está Guaraçú (La Galera), que trabajó con linóleo, y otros como L’avet valent (La Galera) o Els Cinc Sentits (Perramon).- Efe