El autor no es nuevo en estas páginas, en las que ya ha aparecido en reseñas sobre sus obras anteriores, Misión Jaqueca y Siberia, y firmando una columna semanal que, de momento, ha decidido aparcar. En cualquier caso, y pese a esa experiencia previa, Historias del autobús llega a su currículum como una novedad en cuanto a su formato, ya que incluye una selección de sus artículos ya publicados. “La verdad es que la experiencia al volante me ha ayudado mucho, pero también mis compañeros, que me han suministrado mil y una anécdotas propias, sobre todo, las más divertidas”, aclara Sáez.

Además, el libro, prologado por la directora de este rotativo, Miren Ibáñez, incluye un apartado que resume los 50 años de vida de Tuvisa, en la que el autor trabaja como chófer. Precisamente, esa efemérides se puede considerar el punto de partida del trabajo ya publicado. La idea inicial que pergeñó Sáez estaba muy ligada al medio siglo de vida de la empresa e incluía soporte gráfico histórico, artículos de diferentes autores y otras cuestiones para conformar una edición conmemorativa ligada al cumpleaños empresarial. Finalmente, con el paso del tiempo, aquellos esbozos crecieron a su manera hasta llegar a la madurez como un repaso muy fresco a una relación casi tan antigua como el mismo transporte público: la que mantienen los chóferes con los usuarios. “Es casi una relación de amor y de odio”, sentencia el autor entre risas.

Como todo padre, quiere por igual a todas sus creaciones, aunque no puede evitar poner ojitos a Sin pérdida, el artículo que le abrió la ruta en la prensa local y que encabeza este pequeño repaso literario a su ingenio. “No es el mejor, pero es el origen de todo”, añade, justo antes de desvelar sólo una pequeña parte de sus próximas intenciones literarias. Entre ellas, la segunda parte de Siberia, que espera ampliar hasta convertirla en una trilogía, que llegará con tiempo, porque, por ahora, “está aparcada”. Una marcha más parece llevar otro proyecto que, sin ánimo de comprometer la historia, nacerá como novela negra, en la que un asesino en serie hará de las suyas. Para cumplimentar con rigor la psique del criminal, Sáez ya bucea con ánimo en su nueva faceta de estudiante de Criminología, ciencia que le ha de ayudar a completar la personalidad de sus personajes más peliagudos que, a buen seguro, contrastarán con la formación de un literato amante del “humor, el absurdo y lo imposible” y que dio el salto a la lectura seria tras bregarse previamente con la genialidad de Ibáñez y sus Mortadelo y Filemón y con el buen hacer de Poncela.

Ya a la venta Sea como fuere, Historias del autobús ya está a la venta de manera exclusiva en la oficina comercial de este periódico hasta el 15 de octubre. Una vez superada esa fecha, los ejemplares se distribuirán a través de los canales habituales, además de en amazon.com y en su propia web, txusmi.com.