La primera temporada de abono de la Banda Municipal de Música de Gasteiz está en plena recta final, aunque todavía son dos los recitales, bien diferentes entre sí, que van a reclamar la atención del público entre este mes y el que viene desde el escenario del Principal. El último de ellos se producirá el 9 de mayo con la presencia invitada del director Bram Sniekers. El más inmediato tendrá lugar mañana mismo, un encuentro con los espectadores en el que los sonidos y las palabras se entrelazarán para componer Mitos y leyendas.

Será a partir de las 20.00 horas cuando arranque una actuación que, aunque no demasiadas (a la espera de abrir o no el segundo anfiteatro), tiene todavía algunas entradas a la venta (se pueden conseguir por 3 euros cada una). Con el público entre las paredes del escenario de la calle San Prudencio, la agrupación propondrá un programa con tres reclamos musicales y otros tantos poéticos, algo de lo que se encargará la escritora Elisa Rueda, quien es también impulsora y responsable del inminente Poetas en Mayo.

“Me he sentido inspirada tanto por la música seleccionada por la Banda como por la temática de la mitología”, apunta la creadora, que si bien muestra sus reticencias al hecho de escribir por encargo, en esta ocasión “el tema me atraía mucho y el reto me parecía ilusionante”, así que no ha habido problema, todo lo contrario. En este sentido, Iker Olazábal, que será el encargado de llevar la batuta en esta ocasión, describe que “desde el primero momento en el que Elisa nos presentó lo que había creado, nos encantó. Era exactamente lo que queríamos”.

Así, palabra y sonidos se darán la mano de manera natural para ir construyendo un concierto pegado al presente por partida doble. Primero, como comenta Rueda, porque sus tres poemas con referencias mitológicas “son una forma de hablar de la vida actual y los problemas a los que nos enfrentamos”. Segundo, como recuerda Olazábal, porque las tres composiciones que interpretará la Banda están realizadas en este siglo.

En concreto, el concierto arrancará con Nostradamus de Otto Schwarz, para dar paso, antes del descanso, a Marsyas de Maxime Aulio, obra en la que la formación contará como solistas con Alberto Itoiz (flauta travesera) y Hegoa Inchauspe (arpa). El broche, más allá de alguna sorpresa, vendrá con The island of light de José Alberto Pina.

Así se compondrá un recital musical y poético en el que la Banda demostrará otra vez su apuesta por abrir sus puertas a colaboraciones más allá de su campo de acción.