berlín - El actor Robert Pattinson divirtió ayer en la Berlinale con Damsel, un irónico western sobre torpezas masculinas, en una jornada a competición en que Paraguay emocionó con una historia de feminismo emancipador, inclusive de mujeres que se liberan del dominio de otras mujeres.

Los hermanos David y Nathan Zellner y la sonrisa de Pattinson planearon por el festival con el retrato de un softie enamorado que cruza el rudo oeste creyendo ir al rescate de una novia que no quiere ser salvada ni menos aún escuchar sus sosas baladas de amor. “Vive en su fantasía. En la vida real es mucho más complicado, eso del amor”, respondió Pattinson, sin decidirse a “confesar” si él mismo está o no enamorado, y acompañado en la presentación a los medios de su indómita Penélope del filme, Mia Wasikowska.

La Penélope de Wasikowska engulle a Pattinson, un personaje diseñado para el británico, que mantiene la sonrisa de vampiro de sus inicios, ahora aplicada al enamorado que atraviesa páramos acariciando un pony de regalo a su novia y acompañado de un predicador tan torpe como él. “No estoy traumatizado por Crespúculo”, respondió Pattinson, a una pregunta sobre su pasado como vampiro y si algún día volverá a él, puesto que sigue identificándosele con esa figura.

Sobre uno de los temas dominantes en el festival -los abusos sexuales en el cine-, Pattinson afirmó que “estar reducidas al silencio es de las cosas más terribles que han tenido que sufrir las mujeres”, para añadir que “cuando una mujer dice no, es que no”.

primer filme paraguayo Completó la jornada a concurso Las herederas, el primer filme con el que Paraguay compite en la Berlinale, dirigido por Marcelo Martinessi e interpretada por un elenco de mujeres fuertes -Ana Brun, Ana Ivanova y Margarita Irún-. La suya es la historia de una emancipación, la de Chela, quien tras años formando pareja con otra mujer, Chiquita, descubre que hay vida más allá de los muros de su casa venida abajo.

“Es una película de encierros, en un país que en realidad es una gran prisión”, afirmó Martinessi, cuya película respira feminismo militante y también denuncia de la situación social y política de un Paraguay, según el realizador, “prisionero del inmovilismo”.

Además, ayer se presentó el filme de animación, Black is Beltza, de Fermin Muguruza, proyecto aún en fase de producción, y a cuyo acto acudió el consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria, en apoyo al cine vasco presente en el festival, bajo la marca Basque Audiovisual. - Efe