Vitoria - Son casi siete años de dar pasos hasta llegar a este instante. La ilusión se nota, pero también las ganas de dejar que Errementari sea ya del público y él pueda dedicarse a otros proyectos. Paul Urkijo se estrena en el largometraje con esta historia situada en las tierras alavesas del siglo XIX, en las que vive un herrero llamado Patxi, de quien los aldeanos cuentan relatos relacionadas con pactos demoníacos. Hoy habrá un pase para la prensa. Mañana será el turno del gran público.
¿Nervioso?
-No, la verdad es que no. Lo que tengo son ganas de que llegue todo ya. Llevo tanto años con el proyecto, que necesito que la gente lo vea... es que ya no tengo nervios.
Pero el acto previo que tuvieron en el Zinemaldia donostiarra seguro que le hizo ya tocar con los dedos este momento.
-Sobre todo, me sirvió para aumentar las ganas que tengo de ver cómo reacciona la gente ante la película. Al final, lo que me interesa es que el público disfrute con Errementari y en ese sentido tengo inquietud, pero no nervios.
En San Sebastián se pudo ver un primer avance. ¿Qué primeras sensaciones pudo percibir entre los presentes?
-Muy buenas. Parece que le gustó mucho a la gente que estuvo, e incluso se pidió ver por segunda vez el teaser que mostramos. A mí me apetecía mucho estar en el Zinemaldia porque, al final, es un poco como nuestra casa, como ese sitio especial para todos los vascos que trabajamos en el cine. En ese sentido, para mí era importante estar en el festival, que, por suerte, nos brindó esa posibilidad.
¿Qué espera de todo lo que puede ocurrir en Sitges?
-Para empezar, creo que este festival es el escenario perfecto para Errementari. Es una película puramente de género fantástico, teniendo además elementos de terror y comedia negra, es decir, no hay mejor escenario que el de Sitges para esta historia. Al fin y al cabo, es el festival de género fantástico más importante del mundo, así que para nosotros, estar en la sección oficial, es el mejor escaparate que podemos tener e imaginar.
Luego irán a la Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donostia, pero ¿cuándo llegará el filme a las salas comerciales?
-Primero se va a hacer el trabajo en festivales, también internacionales, para darle fuerza a la película. Cuanto antes llegaremos a las salas comerciales, pero primero vamos a hacer este trabajo en los certámenes de cine. Al final, para esto he hecho la película, para que la pueda ver la gente de la calle, así que no esperaremos mucho. De todas formas, como decías, antes estará lo de la Semana de Cine de Terror de Donostia, que es algo que me apetece mucho porque queríamos hacer un buen estreno en Euskadi. El corazón de esta película es puramente vasco y era evidente que la Semana, que es nuestra cita de referencia para el cine fantástico, es el marco idóneo. Es que es uno de mis festivales favoritos, al que acudo todos los años porque me lo paso pipa. Es un ambiente muy gamberro, en el que la gente disfruta mucho con las películas y tengo ganas de ir, que el público, como suele hacerlo, se vuelva loco con la historia y yo con él.
A estas alturas, ¿cuántas veces se ha visto ya la película?
-¡Buah! No sé (risas). Es una pregunta trampa. No sé qué decirte. La he visto en trozos, entera, de un lado, del otro...
Lo digo por si ha llegado ya a ese punto en que necesita distanciarse un poco del filme.
-Llevo casi siete años con el proyecto y tengo muchas otras historias en la cabeza en las que me quiero meter. Como en cualquier otro proceso en la vida, me apetece evolucionar hacia otra cosa. No te voy a decir que estoy cansado porque no es así, pero sí tengo ganas de hacer cosas nuevas.
Imagine que nos encontramos con el Paul Urkijo de hace siete años. Le diría...
-Que tenga paciencia, que todo va a ir bien y que le va a salir un peliculón (risas).
En estos momentos de promoción, el nombre de Álex de la Iglesia como co-productor está apareciendo mucho, incluso en el cartel anunciador tiene un peso importante. ¿Cosas que pasan?
-Bueno, la gente sabe y va a saber quién es el director y guionista. Esto es algo que pasa muchas veces en muchas películas. Le pasó a Bayona con El orfanato y Guillermo del Toro. A la película le va a venir fantástico que alguien con el nombre y la trayectoria de Álex de la Iglesia esté ahí. Eso es muy positivo. Y para mí, también en lo personal, es muy, muy bueno poder contar con él.