Vitoria - No es 1992. En el escenario no está micro en mano Zack de la Rocha de un lado para el otro. Pero suena Killing in the Name, el primer sencillo que publicaron los angelinos Rage Against the Machine para dejar a medio mundo de vuelta y media. Tras un breve parón para cambiar de partitura, cobra vida Problem, una canción que hace tres años lanzó Ariana Grande con Iggy Azalea. En lo estilístico es como pasar de la noche al día, pero a los 19 jóvenes músicos que interpretan ambos temas parece importarles poco. Están atentos, eso sí, a las indicaciones que les da, en el auditorio de la Escuela Municipal de Música Luis Aramburu, Ana Isabel Bravo, creadora y directora de esta nueva apuesta cultural y formativa que se llama Udaband.

Aprender compartiendo y disfrutando en un contexto diferente al del curso académico normal, con otras dinámicas, compañeros y profesores. En pocas palabras, sobre estos fundamentos se pone en marcha un proyecto con vocación de futuro, una apuesta por generar una cita estival que se puso en marcha el lunes para desarrollar hasta este sábado un intenso programa que también incluye el encuentro con el público. De hecho, van a ser dos las ocasiones en las que los intérpretes tengan la oportunidad de demostrar sus fundamentos ante los espectadores de la capital alavesa.

Este viernes, tras el ensayo que realizarán con los miembros de la Banda Municipal de Música de Gasteiz en su sede de Musiketxea, Udaband tocará con la centenaria agrupación un par de temas en el concierto que se realizará en la plaza del Arca a las 20.00 horas. Sin duda, una buena prueba de fuego. Al día siguiente, eso sí, llegará el recital con mayúsculas, una actuación con protagonismo exclusivo para los jóvenes músicos que se llevará a cabo en el Jardín de Falerina desde las 20.30 horas, donde, por cierto, también estarán The Zuzenders haciendo de las suyas, uniendo la imagen creada en vivo a los sonidos en directo.

Será el broche de oro a unas jornadas que están arrancando a las diez de la mañana y terminando hacia las seis de la tarde, horas en las que ensayar -con sus perceptivos descansos, por supuesto-, encontrarse con invitados especiales -como sucedió ayer con Mc Cloy- y también visitar otros espacios culturales de la ciudad como la sede de Traspasos para tener una clase magistral de baile. Con esas actividades paralelas y presencias estelares se busca, sobre todo, cimentar ese proceso formativo, darles a los intérpretes el mayor número de herramientas posibles para que luego las puedan aplicar a su trabajo tanto dentro de Udaband como en el curso normal.

De la mano de Bravo, y con la participación de profesores como Iosu Izagirre, Xabier Inunciaga y Virginia de la Casa, son Daniel, Endika (percusión), Irati (cello y piano), Koldo (flauta), Oier, Izaro, Maialen (oboe), Rubén, Asier, Hugo, June (saxofón), Héctor (trombón), Aritz, Amaiur, Aingeru, Naroa (trompeta), Javier (piano y voz), Aitor y Maialen (piano) quienes componen una aventura que va más allá de lo que es la celebración de una colonia musical. “El lunes ya nos pasó algo que nos indicó que vamos por el buen camino. Les comentamos a los 19 que podían dejar los instrumentos en la escuela, que iba a estar todo cerrado y no se iba a producir ningún problema. Sin embargo, nos pidieron llevarlos a casa para practicar”, describe con una sonrisa la fundadora de Udaband.

Al fin y al cabo, se trata de sumar poco a poco, pero sobre todo, como explica Inunciaga, de “que se lo pasen bien con la música y que aprendan”. “Aunque el resto del año estén en clase -comenta Izagirre-, no siempre tienen la oportunidad de participar en una experiencia colectiva. Poner en práctica lo que estudian y hacer música con otras personas es lo que le da sentido a todo lo que están haciendo en el curso académico”.

Hoy a primera hora, unos y otros volverán a Luis Aramburu, que, por cierto, el próximo curso cumplirá 25 años de camino cultural y formativo. Los dos más jóvenes tienen 10 años. Quien tiene más edad cuenta con 18. Pero “se pasan el día juntos y parece que esa diferencia de edad no existe”, comenta Izagirre, antes de retomar el ritmo de los ensayos. “Lo único que espero es que cuando todo acabe este sábado se echen de menos”, desea Bravo.