Un coche azul frena bruscamente frente a un edificio que hace las veces de entidad bancaria. Al volante, con la cabeza cubierta por una media, va un quinqui (Aitor Merino) que desde la ventanilla encañona con una pistola al productor Marcos Ruiz (Karra Elejalde), al cineasta Julen (Unax Ugalde), al contable Sabino (Ramon Agirre) y al ambiguo personaje de Jordi Molla. De pronto, y ante el asombro de todos, este último arrebata el maletín al contable y salta al interior del vehículo al grito de: “¡Tonterías, las precisas, o aquí va a haber una sangría! ¡Ale, que os den por culo a todos, pandilla de julais!”. Y sale picando rueda
Con alguna variación en la que la palabra “sangría” fue sustituida por “gazpacho”, esa fue la frase más escuchada en la mañana de ayer en el parque tecnológico de Miramón, que acogió el rodaje de Operación Concha. Dirigida por el andaluz Antonio Cuadri, la película es presentada como una “comedia de timadores” y un “canto de amor al cine” por su guionista, el bilbaino Patxo Telleria, que dice haberse inspirado en títulos como El golpe (1973) o Nueve reinas (2000). Coproducida por Euskadi y México a través de AbraProd y Spline, en ella participan también Bárbara Goenaga, Alosian Vivancos y las mexicanas Mara Esalante y Bárbara Mori. El rodaje concluirá a mediados de abril con las secuencias que filmarán en el país latinoamericano.
Aunque no trabajaba en la escena de acción, Bárbara Goenaga se acercó a Miramon para salir también en la foto de familia. La donostiarra encarna a una maquilladora que define como “mezcla de pin-up con choni”, por lo que el equipo de figurinismo le ha llenado el cuerpo de tatuajes y piercings. El resto de actores también está fuertemente caracterizado: Karra luce peluquín, mostacho y gafas de pasta; Unax gasta largas y pobladas patillas, y el pelo de Merino adquiere forma de cresta macarra.
Cuadri agradece al productor Joxe Portela el “gran esfuerzo” realizado en la preproducción que ahora les está permitiendo “disfrutar” del rodaje de este “thriller de estafadores con maletines cargados de dinero negro, algo muy habitual hoy en día”. Tratándose de una historia ambientada en el Zinemaldia, al director le haría “ilusión” estrenarla en el próximo Festival: “Creo que estará a la altura de algunas de sus secciones. Nosotros se la ofreceremos pero la decisión final depende del comité de selección”.