jerusalén - La juventud palestina adapta su tradicional bordado, que adorna los recatados vestidos de las mujeres desde hace siglos, a modernas prendas que se venden en todo el mundo con el fin de exportar la cultura textil de Palestina.
Taita Leila es una de las firmas locales que han decidido plasmar siglos de historia del arte textil palestino en prendas más juveniles, fusionando la tradición con un estilo más chic, para “demostrar así que lo palestino es mucho más que ésos que salen en televisión tirando piedras”, explica a Efe la fundadora de la marca, Noora Huseini. “No es el estilo de tu abuela” es el eslogan de bienvenida de la web de Taita Leila, el único lugar donde pueden comprarse estas singulares prendas, ya que las ventas están enfocadas al mercado externo porque, según Huseini “los palestinos conocen bien el bordado, así que el fin es exportar la cultura, que es mucho más de lo que la gente piensa”.
Bethlehem (Belén, en inglés) es el modelo de una elegante camiseta de raso con bordado palestino sobre el escote, ideal para un evento formal como una boda. Khalil (Hebrón) es una camiseta azul celeste con el bordado tradicional en rojo, exótica y coqueta para una cita, y Yaffa es un vestido en crudo con un espeso bordado hasta la cintura, simple y fresco para eventos matinales. Todas las prendas llevan nombres de ciudades históricas palestinas y son ejemplos del adelanto de su segunda colección, Qabbeh, que Taita Leila presentó en mayo en Jerusalén.
A lo largo de la historia de la región, los tocados y accesorios, la variedad de estilos de bordado, los tipos de puntadas o los antiguos orígenes de adornos y motivos, marcan la riqueza de una historia que se remonta miles de años atrás y que afirma la antigüedad de la existencia de las raíces palestinas, asegura la especialista Hanan Karaman en el último número de la revista local This Week in Palestine. Algunos patrones, tocados y capas pueden verse en grabados que datan del 1.200 antes de Cristo y en estatuas de los siglos primero, tercero y sexto d.C., con una continuidad constante de estilo hasta la actualidad, explica Karaman, también cofundadora y presidenta de la Fundación Herencia Palestina.
Pero Taita Leila “no pretende ser otro museo de historia palestina” sino, según su fundadora, “contar la historia de los palestinos a través de una nueva interpretación, salir de la imagen encorsetada de esta cultura y difundirla de forma atrevida”. Aunque algunas características de sus trajes y bordados son compartidos con aspectos de las artes textiles de los países árabes vecinos, el estilo local tiene una singularidad reconocida por expertos en todo el mundo. - Efe