Existen máquinas expendedoras de cigarrillos, gominolas, tiques para aparcar, preservativos... Desde hace tiempo, frases como “Su tabaco, gracias” o “Hartu zure tiketa, mesedez” forman parte del paisaje sonoro de nuestras ciudades, que pronto utilizarán el mismo método para dispensar otro tipo de productos. La Diputación de Gipuzkoa planea ubicar en distintos municipios del territorio dispositivos gratuitos que distribuirán micrrorrelatos y textos de reflexión creados por la propia ciudadanía.

La iniciativa está inspirada en una experiencia similar que los responsables forales conocieron en Grenoble. Aquí recibirá el nombre de Kultur Dealers y persigue el “fomento de la creatividad literaria con instrumentos nuevos e innovadores”, según apuntó en la presentación de ayer el diputado de Cultura, Denis Itxaso. De momento, se desconoce cómo serán físicamente esas máquinas expendedoras, aunque tendrán un aspecto similar a los parquímetros de la OTA. Habrá seis -una de ellas móvil- y se diseminarán por distintos lugares públicos -bares, estaciones, ambulatorios...-, rotando cada mes por diferentes localidades guipuzcoanas.

Página web Cualquiera que desee participar podrá hacerlo desde este preciso instante a través de la página www.kulturdealers.com, a la que se pueden subir microrrelatos y reflexiones que no deben exceder los 2.000 caracteres (unas 300 palabras). En el caso de los primeros, serán textos de ficción originales, escritos en euskera o castellano, que una vez enviados por el ciudadano deberán superar dos filtros: el de un jurado compuesto por personas procedentes de talleres de escritura de Gipuzkoa y el de dos escritores reconocidos que efectuarán la criba final.

En lo relativo a los textos reflexivos -aforismos, piezas breves de pensamiento o filosofía-, serán seleccionados por el Gremio de Libreros de Gipuzkoa. Su presidente, Andoni Arantzegi, explicó que 17 establecimietnos se han prestado a participar en esta “interesante e ilusionante” propuesta que persigue el “fomento de la lectura”. “La idea es que los textos den pie a leer libros que aparecen reseñados en ellos”, aseguró.

Las máquinas expendedoras tendrán dos botones, uno para microrrelatos y otro para textos de pensamiento. Al pulsarlo, el lector recibirá su pedido en forma de cinta alargada de papel: la pieza será una escogida al azar de entre las cien que podría contener cada dispositivo.

A fin de fomentar la iniciativa, se dará a conocer en clubes de lectura, blogs, bibliotecas y centros culturales. También se colocarán en diferentes puntos libretas con hojas en blanco y unos pequeños lápices que inviten a escribir los borradores de los textos que luego se subirán a Internet. Si Kultur Dealers tiene éxito, podría repetirse el próximo año.