Pocos meses antes de que tengan lugar los Juegos Olímpicos, Río de Janeiro acogió ayer toda una fiesta de luz, color y asimetría en la presentación de la colección Crucero 2017 de Louis Vuitton.

La casa francesa de moda pisó con fuerza el suelo brasileño de la mano de su director creativo, Nicolas Ghesquière, que escogió un escenario emblemático para el señalado evento: el Museo de Arte Contemporáneo de Niteroi (MAC), un edificio blanco en forma de platillo con vistas al mar, en concreto a la bahía de Guanabara.

Sobre la sinuosa alfombra del museo se presentó una colección en la que se entrelazaban logotipos, deportes y modernismo y en la que Ghesquière jugó más de lo habitual y reinventó, a su manera más personal, a la chica de Río, sin dejar de lado una constante inspiración chandalera.

La modelo argentina Mica Arganaraz fue la encargada de abrir el desfile con un look que fue capaz de resumir a la perfección la esencia de colores vibrantes que más tarde se verían con una gran asiduidad sobre la pasarela: rojo, azul y amarillo. Asimetrías, logos, estampados dameros...

Caras conocidas El de ayer se ha convertido en uno de los principales eventos de moda de la temporada y, como no podía ser de otra manera, reunió a caras muy conocidas del mundo de la moda y de Hollywood. Además de modelos y bloggers internacionales como Miroslava Duma y Chiara Ferragni, tampoco faltaron al desfile la actriz Alicia Vikander, galardonada con un Oscar por su papel en La chica Danesa. Vikander se enfundó un vestido de tirantes de lo más original con unas botas de tacón cuadrado muy similares a las que lució en la Gala Met. Tampoco quiso perderse la cita Jaden Smith, el hijo de Will Smith, un auténtico apasionado por el mundo de la moda que apostó por un traje negro. Las actrices francesas Catherine Deneuve y Léa Seydoux, junto a la estadounidense Zendaya también asistieron al evento.