Aunque parezca mentira, Llodio -segunda localidad alavesa con una población de más de 18.000 habitantes- no cuenta, a día de hoy, con una infraestructura cultural adecuada para que sus muchas asociaciones culturales, ya sean de teatro, música, canto coral, cine o danza, dispongan de un escenario digno en el que mostrar su trabajo. Una situación que también se hace extensiva cuando llegan al municipio espectáculos foráneos de gran atractivo, como fue el caso del concierto de Benito Lertxundi en 2013, que se tuvo que acomodar en el polideportivo La Granja.
Ahí está el Gaztetxe del parque Lamuza, sí; y también salas privadas, pero de escaso aforo, como Drumgorri (ahora en trámites de traspaso), que ofrece su escenario a grupos de música de todos los estilos. Sin embargo, el resto se las tiene que ingeniar con la calle para espectáculos de mayor formato, profanando la iglesia parroquial de San Pedro de Lamuza como sala de conciertos y corales, o con el más que modesto salón de actos del centro municipal de Formación Profesional La Salle que, tras su reforma en 2013, vio disminuido su aforo a 167 butacas, para ganar en comodidad; aunque también se actualizó el equipo de proyección y sonido.
No en vano, en él se desarrolla desde 2007 el programa municipal de cine Top Zinema que en 2015 registró una entrada de 5.512 espectadores y eso que solo funciona de octubre a mayo. Asimismo, su escenario se ha convertido en la casa del grupo de teatro Oihala Zabaltzen, una compañía amateur con 18 integrantes que tiene 62 obras a sus espaldas y que echó a andar en 1988 como una actividad extraescolar de La Salle.
Ahora bien, sobre la utilización pública de esta sala también sobrevuela la incertidumbre, una vez el Gobierno Vasco de entrada a este centro en la Red Pública Vasca, tal y como viene solicitando el Ayuntamiento desde 2011, dado el elevado coste de mantenimiento del instituto. Es de suponer que se firmen convenios para que el salón de actos siga con su actual función, aunque nada comparable al equipamiento cultural del que gozan otras poblaciones cercanas como Amurrio (Amurrio Antzokia), con una menor masa poblacional. Y es que la realidad es esa, desde que el Cine Castillo cerró sus puertas en 2003, Llodio no dispone de una sala para programar espectáculos escénicos o proyectar películas, y la población lo esta demandando.
Tres proyectos en 15 años Buena prueba de ello fue la llegada en 2009 de la sala Laudio Metal, impulsada por un grupo de jóvenes que, durante año y medio, se dejaron el alma y el bolsillo, en acondicionar un local de 500 metros cuadrados, que se convirtió en referencia para los aficionados a la música en directo, sobre todo del ámbito rock. Sin embargo, en abril de 2011 se vieron obligados a echar la persiana, por no disponer de medios económicos para hacer frente a las mejoras y seguros que les exigía el Ayuntamiento para seguir con la actividad, ni para el pago de multas que, en caso contrario, les llegarían. Con todo, dejaron huella. Y es que por aquel entonces, varios grupos culturales pidieron a los responsables municipales permiso para alquilar el mismo espacio, de cara a crear en él una sala multiusos provisional, mientras no se materializara el ambicioso proyecto, que presentó el Consistorio en 2010, para construir un teatro en el solar de Altzarrate del barrio Latiorro, cifrado en 15 millones de euros.
No fue el primero ni el último en quedar relegado en un cajón, bien por la sempiterna falta de recursos económicos o por no cumplir con los requisitos mínimos exigidos por la ciudadanía en cuanto a aforo mínimo. De hecho, ya en 2002 se propuso ubicarlo en el parque Lamuza, a lo que se sumó en 2015 un estudio que cifraba en 4,7 millones de euros levantar y equipar, en el solar municipal de la plaza Aldai, un cine-teatro soterrado con capacidad para 300 espectadores. A principios de este año otra propuesta salió a la palestra, la de construir la infraestructura en el aparcamiento de vehículos anexo al Centro Municipal de Formación Profesional. Todas ellas, en cambio, parece que se van a quedar en papel mojado, tras el acuerdo institucional alcanzado a finales del pasado mes de abril, entre el equipo de gobierno de EH Bildu y el PNV (principal fuerza de oposición) para impulsar y ejecutar una batería de proyectos estratégicos para el municipio, a lo largo de esta legislatura, entre los que destaca la construcción del demandado cine-teatro en el solar de Altzarrate. Un compromiso férreo que, de momento, solo hace referencia a la ubicación, aunque el presupuesto de este año sí tiene previsto reservar 220.000 euros para sacar a adjudicación la redacción del proyecto.
Posturas Las reacciones ante el acuerdo no se han hecho esperar. Así, el pianista local, afincado en Londres, Antonio Oyarzabal, aseguraba a DNA que “es una de las mejores noticias que he recibido con respecto a la vida cultural en Llodio desde hace mucho tiempo. Ya es hora de tener un escenario polivalente que pueda ser usado para obras de teatro, conciertos de música clásica y no clásica, eventos de danza, u otros. Tras años de ofrecer conciertos en la iglesia, lo cual agradezco, hay que reconocer que no es lo mismo que actuar en una sala de conciertos; me hace muy feliz la noticia, y espero que el proyecto se lleve a cabo pronto y prósperamente”.
Para los del grupo de teatro Oihala Zabaltzen, en cambio, el acuerdo para ubicarlo “está muy bien, pero no es lo importante”, matiza su portavoz Aitor Urquijo. Y es que se trata de un grupo pequeño, al que lo que más le preocupa es cómo se va a gestionar ese espacio. “Esperamos que no sea muy administrativa, de cara a que esté abierto a la utilización de los grupos del pueblo y con horarios flexibles, porque no somos empresas. Vamos, que si se hace, con suponemos una fuerte inversión, lo podamos utilizar con responsabilidad y sin horarios cerrados”, matizan. No en vano, Oihala Zabaltzen, como otras formaciones, lo que necesita es locales de ensayo. “Lo ideal sería que pudiésemos ensayar en ese nuevo espacio, como hacemos ahora en el salón de actos de Lasalle, y no solo el día del estreno de una obra. Tenemos horarios muy raros, en base al tiempo libre de nuestros miembros. En ese sentido, con lo que tenemos nos basta y no lo necesitamos; aunque entendemos que Llodio sí necesita un teatro para atraer espectáculos de fuera”, subrayan.
El director de cine Kepa Sojo aunque “feliz” con el acuerdo para levantar una infraestructura cultural “muy necesaria, que se tenía que haber hecho ya hace mucho tiempo, porque el cine de FP es un remedo que nada tiene que ver con una sala adecuada y preparada como, por ejemplo, Amurrio Antzokia”, sí que pone el pero en la ubicación escogida. “Dicen que Altzarrate está muy bien por los accesos de cara a la gente que venga de fuera, pero para los locales no sé. Soy más partidario de espacios más céntricos como el planteado parking de FP, e incluso, me atrevería a señalar, que no sé ni si se lo habrán planteado, el viejo Cine El Castillo que lleva ahí muerto de risa ni sé los años. No sé si será caro adquirirlo, pero como ubicación idónea desde luego que lo es. No es que Altzarrate esté lejos del centro, que no, pero sí es una barrera psicológica para los de Llodio cruzar las vías. No obstante, mejor que se haga algo que no haya nada”, opina el realizador.
De ubicaciones y aforos Las que no tienen objeción a localización “con tal de que sea Llodio” pero sí que están preocupas por el aforo son las hermanas López, del estudio de danza Nuria y Raquel. “Solo en la gala de fin de curso llevamos a 200 alumnos y se nos queda pequeño hasta el Amurrio Antzokia que es maravilloso, pero es que solo tiene dos camerinos. Entendemos que para un municipio como Llodio será muy difícil construir un teatro enorme, pero si es similar al de Amurrio bienvenido sea. Ya no tendremos que salir de casa para hacer la gala benéfica anual u otras puntuales de baile moderno y similar. En base a lo que ofrezca la infraestructura haremos muchas cosas que ahora tenemos que llevar fuera, así que estamos muy felices con la noticia”, dicen.
En quien la opción Altzarrate ha encontrado un defensor acérrimo es en el presidente de la Coral Santa Lucía y la Escolanía ArteOn, Félix Primo. “Nos parece genial la ubicación y que se haga de una vez. Llevamos décadas oyendo hablar de proyectos, ubicaciones? pero luego nada. Ya hace muchos años se nos presentó el proyecto Altzarrate y era maravilloso en acústica, dimensiones y todo. Latiorro tampoco está tan lejos del centro, con accesos buenos tras ampliarse y ganar en iluminación el túnel bajo la vía, escaleras mecánicas desde la estación de tren? y tiene la ventaja de que los coches que vengan de fuera no tienen que entrar al centro del pueblo porque pueden acceder directos desde la circunvalación”, esgrime.
Por el contrario, al estudio de Aldai no le encuentra más que peros. “Era muy escaso (300 butacas) y el acceso para carga y descarga a escenario por el parking de la plaza, de escasa altura y había que habilitar entrada. Además, está muy próximo el arroyo Aldaikoerreka con lo que, para evitar humedades y filtraciones, había que reducir sus dimensiones aún más”, exclama, al tiempo que ni tiene en cuenta la nueva propuesta que ha surgido del parking de FP. “Solo sabemos eso, la idea, no hay estudio que valga. Así que apostamos por Altzarrate que es lo seguro y del cual nos han asegurado que se va a mantener lo fundamental en cuestiones de acústica y caja escénica y aforo mínimo de 500 butacas. Ya es hora de agilizar este tema y que Llodio tenga un teatro en condiciones”, apostilla Primo.
El director de la banda San Roque, Pedro Ignacio Adrián, es de la misma opinión. “Somos de los que más guerra hemos dado porque somos los que más lo necesitamos. La iglesia es una locura. Lo que queremos es que se haga de una vez, y en condiciones; es decir, céntrico y con por lo menos un aforo para 500 espectadores, y que el uso sea especialmente para las asociaciones culturales del pueblo que somos multitud”, aclara. Con todo, se muestra “muy escéptico”, dados los muchos proyectos barajados y presentados, que luego “nunca se han materializado. Ya se sabe que en época preelectoral son todo promesas que luego no llegan. Ahora mismo ensayamos en Gardea y mal, está a dos kilómetros del centro y tenemos alumnos muy jóvenes en la escuela y hay instrumentos que pesan muchísimo, por lo que siempre andamos recurriendo a los padres y madres. El local tampoco es ninguna maravilla, con mala acústica... pero esa es otra vieja pelea. Demos prioridad a esto otro”, reconoce.
Visión comercial La encargada de tomar buena nota de la opinión del tejido asociativo local, para luego llevar las conclusiones ante los representantes municipales, no ha sido otra que la asociación de comerciantes APILL, consciente de que a Llodio le hacen falta motores dinamizadores que, también a su sector, le atañen de pleno, tal y como ponen de manifiesto desde el Plan Estratégico Laudio 2025, y los diagnósticos de necesidades culturales y de juventud, hasta las encuestas a vecinos, los presupuestos participativos o el estudio de comercio, PERCO.
Tras el proceso participativo que pusieron en marcha, el pasado mes de marzo se reunían con el equipo de gobierno para exigir a los grupos políticos “consenso a corto plazo”, para acabar con la “indignación” latente ante la inexistencia en el pueblo de un espacio escénico “mixto y polivalente, céntrico, y con una aforo mínimo de 500 plazas”, en base a las respuestas obtenidas. Un mes después, llegó el acuerdo institucional entre abertzales y jeltzales, con su apuesta por Altzarrate, y el 11 de mayo, trasladaron a la mesa PERCO su opinión al respecto, desde el ámbito estrictamente comercial, zanjando así el debate.
“Asumimos el acuerdo en Altzarrate porque nuestra prioridad es que se haga de una vez por todas, como la de cualquier vecino, aunque consideramos que esa ubicación no es la mejor para Laudio”, explica Claudio Pérez Bardeci, gerente de APILL. De hecho, el sector comercial es más partidario del parking del centro municipal de FP, porque “es el único espacio de los planteados que cumple con los tres requisitos resultantes del proceso participativo con los grupos culturales”, matiza. Y es que Altzarrate no está dentro del área PERCO. Algo “fundamental” para el efecto de dinamización comercial de Laudio, ya que una infraestructura de este calibre, daría continuidad a dos áreas comerciales separadas hasta ahora por el vacío que existe en Zumalakarregi este y oeste. “Nuestra opinión se reforzó después de conocer la propuesta de Herriaren, ya que un proyecto conjunto de Frontón Centro multifuncional y cine-teatro sería un motor que sin duda revitalizaría el deporte, el ocio, la cultura y el dinamismo en general de nuestro pueblo”, señala Pérez Bardeci, en referencia al plan que, para la parcela frente al centro de FP, presentó el club de pelota el pasado mes de abril, por un coste que estimaban en nueve millones de euros. El tiempo dirá qué pasa.