Cannes - Rockero de profesión y de actitud, Iggy Pop revolucionó ayer el Festival de Cannes, que se llenó de música, de recuerdos y de provocación con un veterano que igual habló de sus ídolos como de su adicción a las drogas y hasta se puso místico al asegurar que “el mundo necesita amor”. Antes de llegar a ese punto habló sin tapujos de su consumo de drogas, aunque aseguró: “Ya no me drogo, ahora bebo vino tinto”. Y también agua con gas, dijo.
Las drogas fueron un elemento recurrente en la mayor parte de su carrera y así lo reconoció. “Tomaba LSD, me iba al sótano y esperaba a que la guitarra me hablara”, recordó antes de contar que el ácido tenía en él un efecto eufórico, que le hacía cabrearse muchísimo durante cinco segundos y luego comenzaba a reír. Y risas desde luego no faltaron en la rueda de prensa en la que Iggy Pop presentó junto al realizador Jim Jarmusch el documental Gimme Danger, proyectado fuera de competición y que trata del grupo más importante en el que ha tocado en su carrera, The Stooges, que estuvo en activo entre 1967 y 1973 y que inició una segunda etapa en 2003.
Gamberro, expresivo y sordo -“por favor, gritad al hacer una pregunta”, dijo nada más llega a la sala-, el cantante estadounidense, de 69 años, ha aportado abundante material al documental de Jarmusch, hecho con las escasas imágenes de la época que se conservan de The Stooges y con muchas aportaciones de otras personas. “Yo soy un hombre que lo tira todo, pero conozco a mucha gente que guarda las cosas y los contacté para que las dejaran para la película” y entre ellos citó a fans, a viejos camellos e incluso a “seguidores extraños”.
Material suficiente para que Jarmusch pudiera construir Gimme Danger -el título de uno de los temas de The Stooges-, una película que es todo un homenaje del cineasta a “la banda de rock más grande e importante” para él junto a MC5 y The Velvet Underground.
Mungiu decepciona Por su parte, el cineasta rumano Cristian Mungiu decepcionó en la Sección Oficial con Bacalaureat, una película sobre dilemas morales que está lejos del nivel de sus trabajos anteriores -4 meses, 3 semanas, 2 días ganó la Palma de Oro en 2007-. En su nuevo filme cuenta cómo Eliza, una adolescente a punto de terminar el instituto con brillantes notas, sufre una agresión sexual el día antes del examen final que debe pasar para que le den una beca que le permitirá estudiar en el Reino Unido. - Efe