BILBAO - A estas alturas parecía imposible encontrar un inédito del poeta Gabriel Aresti (Bilbao, 1933/ 1975). Tras el ingente trabajo de un equipo de cuatro personas comandadas por Karmelo Landa, que hace tiempo compiló en diez tomos los trabajos del escritor bilbaíno, todo parecía indicar que el ciclo se había cerrado. Otra vez el azar ha querido romper los esquemas de investigadores y amantes de la obra de Aresti, para regalarnos una perla desconocida, la versión en español de un poema dividido en tres partes y titulado Rioja Libre, pieza que fue descartada por el propio poeta en la primera edición de Harri eta Herri, que imprimió en 1964 la legendaria editorial Itxaropena. El hallazgo ha sido doble, porque junto a Rioja Libre se encontraba la versión en castellano de Euskal komedia. Este último poema sí que se conocía, tal y como subraya Karmelo Landa: “La pieza la incluimos en el quinto tomo de sus Obras Completas, y eso me lleva a pensar que anduvimos finos. Lo que no sabíamos es que se trataba de un descarte, es decir, que estaba en la obra premiada por Euskaltzaindia, pero que luego el escritor desechó en la primera edición del poemario. Todo esto es excitante y prueba que aún quedan cosas por investigar sobre un poeta vasco referencial como es Aresti”.

El hallazgo ha causado sorpresa en el ámbito literario vasco, tanto por lo que se ha encontrado como por el modo en el que ha sido descubierto. Los papeles, escritos a golpe de Olivetti, se encontraban en una biblioteca personal, entre libros de arte que pertenecieron al matrimonio formado por Ramón Maria Camiña y Arantxa Sese. Al morir la mujer sin descendencia, los libros de su biblioteca tomaron distintos caminos, y algunos fueron a parar a manos del profesor Mikel Prieto.

PIEDRA Y PUEBLO / (Coplas, versos, dichos y poemas) / Trabajo ganador del primer premio del certamen de poesía organizado por la Academia Vasca, en homenaje a Nicolás Ormaetxea, Orixe, el año 1963. Así reza el título del trabajo, mecanografiado probablemente por el propio Aresti. En cuanto dio con el tesoro, Prieto acudió al euskaltzain Ibon Sarasola, que confirmó sus sospechas. El original en castellano era auténtico y contenía dos poemas descartados por Gabriel Aresti a la hora de publicar su mítico Harri eta herri, un poemario que supuso un punto de inflexión en la trayectoria de la poética euskaldun.

Con el trabajo el bilbaíno había ganado el premio Orixe, convocado por Euskaltzaindia, pero el original no se conserva. “Es una pena que no se haya encontrado -apunta Landa-, pero este nuevo y fabuloso descubrimiento confirma que hay cosas que investigar; ahora sabemos que tanto Rioja Libre como Euskal Komedia fueron poemas que en su origen pertenecieron a Harri eta herri y que Aresti decidió desechar, vete tú a saber porqué. Habrá que repasar bien sus conferencias, su correspondencia, etc,... para ver porqué lo hizo exactamente”.

Origen El padre de Ramón Camiña fue José Camiña Beraza, síndico presidente de la Bolsa de Bilbao durante el cuatrienio 1931-1934, periodo extremadamente crítico. Nacido en Bilbao el 16 de octubre de 1878, se licenció en Filosofía y Letras en la Universidad de Salamanca, y poseía también el título de Perito Mercantil. Empezó su carrera de Corredor de Comercio Colegiado de Bilbao en 1901 y el 12 de febrero de 1906 tomó posesión del cargo de Agente de Cambio y Bolsa, dejando de pertenecer al Colegio de Agentes en 1938, momento en el que cruzó la muga. Sus últimos años los pasó en Donibane Lohitzune. Su hijo y la esposa de éste heredaron la biblioteca de José, y queda por investigar cómo llegaron los originales de Aresti a manos de esta familia.

Piedra y pueblo (Harri eta herri) es una obra en euskera que tuvo mucha repercusión en su momento; se convirtió en un libro popular y fue el punto de inflexión de la poesía vasca, que con Aresti se incorporó plenamente a la modernidad, tal y como destacan muchos investigadores. Los poemas de este libro son de ambientación urbana, enfoque social y convicciones laicas, y abordan temas de la intimidad del poeta, pero también de la existencia común de la gente sencilla, todo ello con un lenguaje vivo y coloquial.

“A manos llenas recojo la verdad

de las cosas que están en torno mío:

la rosa

y sus cinco pétalos

el clavel

y sus doce;

en la ventana de mi cuarto

cuando me despierto todos los días

y el hula-hoop

que tenía una chica

hoy al mediodía

en la plaza de Indauchu.

De la boca de los hombres no;

de allí no recojo la verdad”