DONOSTIA. Santiago Segura vuelve a ser Drácula y Clara Lago pone voz a su hija Mavis que, después de casarse con un humano (Dani Martínez), debe luchar ahora por que su padre acepte a su hijo que no da muestras de ser un verdadero vampiro.

"Esto es como 'Boyhood'", bromea Segura en una entrevista con Efe, "ella ha crecido y ha sido madre, él (Martínez) es el padre responsable y yo el abuelo irresponsable".

El actor, director y humorista, que también ha doblado títulos como "Monstruos S.A." o "Lluvia de albóndigas 2", asegura que sólo elige hacerlo en películas que le gusten mucho.

"Prefiero que mi nombre esté relacionado con películas divertidas. A veces te dan miedo las secuelas, pero esta me ha gustado incluso más que la primera", ha dicho.

"El público se va a reír mucho", añade Martínez. "Para los que nos dedicamos a la comedia, llega un momento en que te hacen gracia sólo bromas muy puntuales y aquí me he reído muchísimo, tiene cosas muy adultas y también para niños, creo va a haber más risas y carcajadas que en la primera, sin perder la parte emotiva".

"Hotel Transylvania 2", que llegará a los cines de toda España el próximo 23 de octubre, presenta, entre sus novedades, un cambio en la rígida política de "sólo para monstruos" establecida por Drácula para este hotel, que abre sus puertas también a huéspedes humanos.

Alaska y Mario Vaquerizo vuelven a interpretar a la pareja Frankenstein.

"La esencia sigue siendo la misma, ella sigue siendo mi mujer, igual de histérica y controladora, y yo un bonachón que produce ternura que te lo quieres comer", resume Vaquerizo.

Sobre la irrupción reciente de los monstruos en la iconografía infantil, el actor y cantante considera que estos seres "fascinan" porque "son como personas especiales y diferentes".

"Usamos los monstruos como ejemplo de lo diferente y películas como esta ayudan a transmitir que lo diferente no tiene que dar miedo", precisa Alaska.

Ambos insisten en que ser pareja también en la vida real no les ha ayudado en nada en el trabajo de doblar a los Frankenstein.

"Este es un trabajo muy dirigido, no tiene nada que ver", dice Alaska. "Lo único es que compartimos habitación cuando venimos a hacer la promoción y estamos aquí encantados: puedes pasear con tu mujer por La Concha, te dan bien de comer... No entiendo porqué a la gente no le gusta la promoción", dice Vaquerizo.