VENECIA - “He matado a mis perros y me los he comido”. Más de uno asistía, atónito, a la peculiar muestra de humor de la que hizo gala Johnny Depp el pasado fin de semana en la Mostra de Venecia, cuando bromeó acerca del devenir de los canes por los que su mujer, Amber Heard, se enfrenta a juicio.

La vista, que debía celebrarse ayer ante la corte de Southporth (Australia) ha sido aplazada hasta el 2 de noviembre ante el plantón de Heard, quien sí acudió con Deep a Venecia.

La actriz debía dar explicaciones sobre la entrada en mayo al país de sus dos perros, Boo y Pistol, sin los permisos necesarios, en el avión privado del actor, quien se encontraba en el balneario de Gold Cost rodando la próxima entrega de Piratas del Caribe. El caso llevó al ministro de Agricultura, Barnaby Joyce, a amenazar con sacrificar a los animales si éstos no eran devueltos a Estados Unidos de inmediato. Heard afronta una pena máxima de 10 años de cárcel o una multa de 67.408 euros. - DNA / Efe