Madrid - El escritor, cantante y periodista Moncho Alpuente falleció ayer a los 65 años debido a un infarto de miocardio, mientras se encontraba en Canarias descansando junto a su esposa. Colaborador habitual de Radio Madrid, en Cadena Ser, Alpuente escribió además para el diario El País y más recientemente para Público (donde escribía dos columnas semanales), formó parte del grupo musical Las Madres del Cordero y lideró bandas como Desde Santurce a Bilbao Blues Band, entre otras.
Nacido en Madrid el 23 de mayo de 1949, cursó sus estudios en un internado de religiosos de Segovia y finalizó el bachiller en un instituto de Madrid, y con posterioridad inició sus estudios universitarios de Periodismo en la capital del Estado. A los 16 años (1965) comenzó a trabajar en la revista Sp como encargado de archivo y al año siguiente se hizo cargo de la sección de música de esta misma publicación.
En 1968, junto con un grupo de compañeros del colegio formó el grupo musical Las madres del cordero con canciones satíricas y dos años más tarde (1970), junto con el grupo Tábano crearon el espectáculo Castañuelas 70, que causó gran polémica en la sociedad de la época. Al poco tiempo, siguiendo la misma línea, formaría De Santurce a Bilbao Blues Band. Su última banda musical fue The Moncho Alpuente Experience, junto al Gran Wyoming, con quien también trabajaría en el programa televisivo La Azotea de Wyoming.
Radio y televisión Ramón Mas Alpuente fue uno de los fundadores de Popular FM en 1971 y también colaboró durante esos años en Radio Nacional. Posteriormente participaría en Televisión Española en los programas Mundo-pop y Pop-grama. En el año 1983 se encargó de un programa en radio El País, Madrid me mata, con gran éxito de audiencia y los santorales y efemérides que aparecían en el programa serían recopilados en clave de humor en El libro de los santos imaginarios y hechos apócrifos. En 1986 estrenó la comedia La reina del Nilo, parodia sobre la literatura y el cine de aventuras escrita en verso, que se estrenó durante el Festival de Teatro de Madrid.
Más tarde colaboraría con Miguel Ríos en el programa de TVE Qué noche la de aquel año y simultáneamente, en el semanario de El País, dirigió la sección titulada El País Imaginario y después coordinó, en el mismo medio El Chafardero Indomable. En octubre de 1987 comenzó en Radiocadena Española (RCE) el programa Buenos días, Babilonia, y un año después fue uno de los miembros que constituyen la Mesa Nacional Bases a Referendum, integrada por artistas, intelectuales y profesionales que, en diciembre de 1988, hacen público un comunicado en el que rechazan el Convenio defensivo que España y Estados Unidos acababan de firmar.
En 1988 inició el rodaje de 13 capítulos de la serie de TVE Delirios de Amor, de los que él dirige uno titulado Amor y oportunidades, en el que intervienen Ángel de Andrés, Vivian Vives y Kytty Mánver y emitido en el verano de 1989. A finales de ese mismo año publica el libro Sólo para fumadores, obra que incluye relatos inéditos junto a otros ya publicados.
En su faceta como escritor, publicó una decena de libros, incluyendo lo que llamaba “ajustes de cuenta” con Francisco Franco (Hablando francamente), el Dios de la Biblia (Versos sabáticos) y la historia de España (Grandezas de España: la historia más grande jamás contada con menos escrúpulos). Probó también con la novela negra, adaptada al casticismo madrileño.
Además, como letrista de canciones, colaboró en 1989 junto con Sabina y Armando Llamado en el disco de Ricardo Solfa titulado, Cuando tú seas mayor y en el elepé Todos por el humo, con Sabina, Trinidad Iglesias, Hilario Camacho, Ricardo Solfa y Aute, entre otros. - Efe/DNA.
Fernando Delgado. “Valiente en el juicio y muy independiente”. Así era Moncho Alpuente para el periodista Fernando Delgado, con quien trabajó en Radio 3 en la década de los 80. “Era un hombre sencillo que creo que no acababa de creer en sus propias capacidades”, destacó Delgado, que se mostró sorprendido por la muerte.
Maruja Torres. “¿Por qué no se mueren los malos?”, se preguntó la escritora Maruja Torres al conocer la muerte de su compañero y amigo Alpuente, a quien calificó de “espíritu libre”. “Solo el hecho de saber que existía te alegraba la vida y eso es muchísimo, porque era una persona que ha mantenido su coherencia desde el principio, y eso es muy valioso en estos tiempos, sobre todo”, expresó.
Gran Wyoming. “Era un hombre de un talento totalmente desbordante”, ya que “la obra para la que cualquier ser humano necesita dos meses de reflexión, él la hacía en una tarde”, apuntó el presentador Gran Wyoming al conocer la muerte de Alpuente, y añadió que era un hombre que “hacía de todo”: era autor teatral, periodista, cantante, escritor.
Revista Mongolia. Para Edu Galán, uno de los fundadores de la revista Mongolia, Alpuente “vivía en los márgenes cuando podría haber sido director de periódico o cualquier cosa, pero le importaban mucho más sus principios que ascender a cúpulas de poder”.