madrid - Las monjas Trinitarias del convento madrileño en el que se descubrieron “posibles” fragmentos de los restos del escritor Miguel de Cervantes y de su mujer señalan -sin necesidad de carbono 14- que ya sabían que el escritor estaba enterrado en sus dependencias y que ahora, al confirmarse, quieren que sus restos no se marchen de allí. Sor Amada de Jesús, la madre superiora del convento de las Trinitarias, apunta que de momento “está prohibido entrar” y que ellas seguirán siendo “las guardianas de Cervantes” como lo han sido “desde hace cuatro siglos”. A falta de que las autoridades se pronuncien al respecto, la madre superiora sor Amada de Jesús sugiere que los restos “suban a la iglesia para que la gente los pueda ver”. Efe
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