Hay pioneros como Orkestra, que ya llevan un tiempo abriendo camino, pero las electrotxarangas no dejan de ser todavía una apuesta desconocida por muchos. De hecho, hasta finales del año pasado no se llevó a cabo un encuentro en el ámbito de Euskal Herria de este tipo de agrupaciones. Pero la constancia de unos cuantos está haciendo que, cada vez más, sus sonidos se encuentren con un público más mayoritario, una senda en la que camina con paso firme el grupo gasteiztarra Ttek Electrotxaranga.
“Es un fenómeno relativamente nuevo en el sentido de que todavía no es tan habitual en las calles; a la gente le siguen sorprendiendo”, apunta Juan Latorre, que comparte aventura con Iñaki Kerejazu, Jon Arrizabalaga, Ana Sodupe, Unai Ruiz de Viñaspre, Mario Carril, Markel Okillas, Pablo Carril y Markel Martínez, sin olvidar a un Jon Ander Elosegui “que es el componente clave de toda esta historia” ya sea como técnico de sonido, manager...
Su gira de 2015, como en ocasiones anteriores, ya se ha puesto en marcha con la llegada de carnavales. Desde ahora y hasta finales de septiembre o principios de octubre, la idea es no parar de llevar la música a cuestas por las plazas y calles que les llamen, más allá de que este año el grupo ha querido dar “saltos de calidad”, sobre todo en lo que a su promoción se refiere con el lanzamiento de un vídeoclip, la edición de material de merchandising (como camisetas) y otras acciones. Y todo ello conlleva un coste, aunque “nunca hemos tocado por tocar o lo más posible para sacar dinero, sino para estar en los sitios indicados. De un buen concierto en los Sanfermines de Lesaka sacas una actuación en Iparralde. Y allí está gente de los Piratas de Donostia y... eso es lo que nos empuja, conseguir nuevas citas, no cuestiones monetarias”.
El grupo tiene claro, además, que “lo más importante es estar mezclado con la fiesta de la calle. Más que tocar bien, el interactuar y formar parte del ambiente, sumar a ese contexto es lo que de verdad buscamos”, un objetivo no siempre sencillo por múltiples factores. El primero porque ir con instrumentos eléctricos requiere hacer los recorridos con un generador y una mesa de sonido, entre otros materiales, que en su caso viajan en un carro que debe enfrentarse con cuestas, bordillos y otros elementos arquitectónicos. También están, en épocas como las actuales, el frío y la lluvia. “Lo importante es la cosa técnica, eso sí que no puede mojarse; nosotros ya es otra historia”, ríe Latorre.
En Plentzia tienen este sábado su próxima parada dentro de un 2015 que para ellos acaba de empezar. “No siempre es fácil compatibilizar el grupo con las otras cosas”, pero ayuda el hecho de que los componentes de Ttek se lleven “tan bien”. No hay planes, de momento, de llevar su sonido de la calle a un estudio para grabar un disco. La idea es seguir creciendo y desarrollando el proyecto “más allá de que las obligaciones hagan que dentro de un año estén unos o tal vez otros”.
Ilusión no falta en este grupo nacido a raíz de que sus componentes más jóvenes saliesen un día en televisión enseñando su lonja y presumiendo de tener una electrotxaranga que, en realidad, todavía no existía.