Agurain - Aguraingo Antzerki Taldea regresa este mes a los escenarios. Lo hace para festejar sus 30 años en el mundo de la actuación y para ello ha elegido la obra de Vital Aza, El motocarro, la primera que representaron en 1986. En esta reposición repiten tres de los entusiastas e incansables componentes de aquella vez, siendo el resto del elenco fichajes que se han ido incorporando durante su dilatada andadura. Las representaciones se llevarán a cabo en la sala Harresi, produciéndose el sábado 28 a las 19.30 horas, el domingo 1 de marzo con el mismo horario y el día 7 a las 20.00 horas.
El grupo fue fundado por 15 vecinos de Agurain bajo la dirección de Luis Mari Zabala, por entonces cura de Narvaja. Él fue el principal impulsor de la recuperación del antiguo matadero de la localidad como lugar de representaciones artísticas. “Es curioso cómo el entusiasmo de Luis Mari Zabala, aquel cura nacido en Lanciego que había creado otro grupo de teatro en Narvaja, revitalizó la afición que existía en Agurain con el empuje de todas aquellas personas”, explica Kepa Ruiz de Eguino, miembro de la agrupación desde sus inicios.
Hoy, la formación cuenta con una veintena de miembros, manteniéndose en ella cinco de los fundadores. Hasta la fecha se han interpretado una veintena de obras cómicas, tragicómicas y dramas. Entre ellas está El motocarro, que dio pie a la andadura del grupo, continuando, entre otras, con Sólo una noche, Tres papás para Totó, Melocotón en almibar, El sombrero de copa, El jardín de nuestra infancia, Historia de una escalera y El crepúsculo del paganismo romano, propuestas que se han podido ver, de manera fundamental, en la propia Agurain pero también en Dulantzi, Lanciego, Araia y otras localidades.
“De los que hicimos la primera representación sólo quedamos Alberto Madinabeitia que hace el papel principal de paciente amnésico atropellado por un motocarro y yo, que vuelvo a hacer de periodista interesado en este paciente para escribir un artículo para poder dar con alguien que conozca a este desdichado”, explica Ruiz de Eguino.
La obra discurre en una clínica psiquiátrica. El papel de doctor lo hace Oscar Salgado (hace 30 años fue de la mano de Enrique Elizondo); la enfermera que le ayuda está interpretada por Maitetxu Saez de Asteasu (antes lo hizo Montse Castro); las chicas que dicen conocer al paciente serán Ainara, Zuriñe, Josune Iñiguez de Heredia y Soraya (tomando el relevo de Mayte Elorza, Mª José Miguel, Begoña Erro y Araceli Ruiz de Gauna). La obra estará dirigida por Txari Martín “que lleva muchos años ya representando numerosos papeles pero que es la primera vez que toma esta responsabilidad”, según Ruiz de Eguino.
A lo largo de su trayectoria, la agrupación ha intentado preparar una obra teatral por año, aunque en los últimos tiempos han realizado una pieza cada dos. “Cada vez es más difícil comprometerse a llevar una obra bien hecha, se necesitan muchos ensayos y los jóvenes apenas quieren comprometerse a empezar a estudiar y a ensayar cada sábado durante muchas semanas y varias horas diarias”, argumenta.
Durante estos años se han representado más de veinte obras de toda clase de géneros, muchas de ellas de corte cómico, pero también dramáticas como El crepúsculo del paganismo romano, una pieza sobre el poder de la iglesia tras la Guerra Civil que fue además la elegida para inaugurar la primera edición del Festival Amateur de Alegría Dulantzi. En este camino, incluso “se llegó a hacer una obra para niños en euskera”.
A lo largo de su historia, sus representaciones se han podido ver en numerosos pueblos de la geografía alavesa como Araia, Kanpezu o localidades de la Rioja Alavesa, aunque, según señala Ruiz de Eguino, “nuestra espinita es no haber representado todavía un musical, y es algo que tenemos en mente y que en no mucho tiempo nos gustaría poder llevar adelante en nuestro teatro de Agurain”.
Unidos por su afición al teatro, afirma que sólo representan obras en las que se sienten “cómodos para poder transmitirlo al público”, y reconocen que “el aplauso de los espectadores es la mejor recompensa”.
El futuro del grupo viene dado y está enraizado en las mismas ideas con las que comenzaron: “llevar la cultura a nuestro pueblo por medio de representaciones teatrales, dentro del campo del teatro aficionado. Del mismo modo, entretener y alegrar la vida y avisar a esta juventud que tiene un eslabón más en la cadena cultural y a la cual hay que unirse con una u otra actividad. Y qué mejor actividad que la del teatro”.