SEVILLA. El libro está siendo sometido a una limpieza superficial ya que su estado de conservación es aceptable, por lo que no ha sido desencuadernado ni se le suprimirán sus tapas, lo más deteriorado del ejemplar por el desgaste provocado por el uso y por su poca calidad, confeccionadas en el siglo XIX a base de papel, cartón y pergamino.

No obstante la "intervención mínima" a la que se le está sometiendo en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) incluye injertos de papel japonés en las pérdidas de las páginas del papel confeccionado a mano por métodos artesanales que empleó Gutenberg, provocadas por xilófagos, y el retoque de algunas de las iluminaciones.

Aunque salido de la imprenta, los primeros ejemplares debidos al artilugio de Gutenberg se vendían "en rama", es decir sin encuadernar y sin tapas, y las páginas ya impresas eran decoradas o iluminadas a gusto de cada cliente como se hizo hasta ese momento con los manuscritos, sobre todo las letras capitales, los encabezamientos y los arranques de epígrafes y capítulos.

Algunas iluminaciones del ejemplar que se conserva en Sevilla están hechas con oro fino y con tintas de varios colores muy vivos que trazan filigranas de formas geométricas.

Los trabajados de restauración durarán algo más de dos meses y habrán concluido para marzo, según ha explicado a Efe la restauradora Mónica Santos, pero previamente se han estudiado doscientos puntos tomados de manera aleatoria para estudiar las tintas empleadas por Gutenberg, un estudio efectuado por la química del IAPH Auxiliadora Gómez.

Gómez ha explicado a Efe que por tratarse de un ejemplar tan valioso sólo se ha valido de "técnicas no invasivas, que no precisan extraer muestras", empleando un aparato de rayos X portátil, por lo que el libro no ha tenido que salir del taller de papel y pergamino del IAPH.

La historiadora María Campoy ha asegurado que los márgenes de las páginas han sido guillotinados, probablemente en varias ocasiones, las más recientes a finales del siglo XIX, cuando fue encuadernado por última vez, por lo que ha perdido parte de los encabezamientos de algunas páginas, efectuados a mano en tinta roja.

Esta Biblia de Gutenberg, con sus páginas impresas a doble columna y tipos góticos, era propiedad del antiguo convento sevillano de los jesuitas y, al sufrir la expulsión, pasó a ser propiedad de la Universidad de Sevilla, donde forma parte del "Fondo Antiguo y Archivo Histórico" de su biblioteca, integrado por 60.000 volúmenes, de los que 8.000 son del siglo XVI y 332 incunables.

Este "Fondo Antiguo" conserva también un millar de manuscritos, entre ellos una docena de códices, pero la Biblia de Gutenberg es considerada la más valiosa de sus joyas bibliográficas.

De los entre 180 y 220 ejemplares de la Biblia que salieron del taller de Gutenberg -una sexta parte en pergamino y el resto en papel- se conservan unos cuarenta, dos de ellos en España, ya que la Biblioteca de Burgos posee uno completo con sus dos tomos, mientras que en Sevilla se conserva un solo tomo, el segundo volumen, integrado por 128 folios de papel impreso por ambas caras.

La Biblia de Gutenberg o Biblia Mazarina o Biblia de las 42 líneas -por las que tiene impresas en cada página- se imprimió en Maguncia (Alemania) entre 1453 y 1455 y está considerada el incunable más importante de la historia por su perfección técnica y su repercusión cultural.

El valor de mercado del libro no es fácil de calcular, si bien el último ejemplar que salió a la venta, en 1978, se vendió entonces por dos millones de dólares.